Mae West nos muestra todo su potencial en esta comedia surrealista setentona a golpe de música disco en la que se parodia a sí misma como decadente estrella de Hollywood.
Su descaro, su lengua rápida y su vulgaridad yanquee harán las delicias de cualquier espectador que vea esta película sin prejuicios.

La otrora sex symbol de la edad dorada de Hollywood Marlo Manners (Mae West) se encuentra en Londres donde acaba de contraer matrimonio por sexta vez.. Junto con su flamante nuevo esposo Sir Michael Barrington (un jovencito Timothy Dalton) parten a un hotel de superlujo reservado por el mánager Dan Turner (Dom DeLuise).

En ese mismol hotel en idénticas fechas tiene lugar una conferencia de orden internacional, donde los líderes de las grandes potencias tratarán de resolver y limar sus diferencias para alcanzar un orden mundial...y en la que casualmente hay algún ex-amante de la mítica actriz.

Una vez en la suite, la pareja no consigue mantener relaciones sexuales debido a las constantes interrupciones por asuntos relacionados con el estatus de gran estrella que es Marlo Manners: entrevistas para la TV, delirantes pruebas de vestuario y sesiones de fotos, así como la irrupción en escena de los diversos hombres que han pasado por su vida: el diplomático Alexei Andreyev Karansky (Tony Curtis), el director Laslo Karolny (Ringo Starr), el gángster Vance Norton (George Hamilton) y todo un equipo atlético de los EE. UU., los cuales quieren mantener relaciones sexuales con ella.

Divertidísima y muy petarda.