Click here to copy URL
Luis Guillermo Cardona rating:
9
Romance. Comedy It's World War II and there is a severe housing shortage everywhere - especially in Washington, D.C. where Connie Milligan rents an apartment. Believing it to be her patriotic duty, Connie offers to sublet half of her apartment, fully expecting a suitable female tenent. What she gets instead is mischievous, middle-aged Benjamin Dingle. Dingle talks her into subletting to him and then promptly sublets half of his half to young, ... [+]
Language of the review:
  • es
July 6, 2011
15 of 17 users found this review helpful
He aquí una comedia mordaz hasta el tuétano, pícara de la entrada hasta la salida, y divertida por donde se la mire. Transcurre en tiempos de la II Guerra Mundial, pero los dos caballeros que protagonizan la historia –no obstante que guardan su secretico- están por ahora más interesados en darle salida a un nuevo amor que florece, ¡pero no entre ellos!, sino entre el más joven, Joe Carter –quien se ha presentado como fabricante de cochecitos para bebés- y Connie Milligan, la arrendadora del medio apartamento que, los dos amigos, comparten medio de medio.

Pero, ocurre que a veces, el amor quiere entrarse por una rendija y necesita de alguien que lo empuje un tantico. Y así es como el primero en llegar no es Carter -el señalado por Cupido- sino el “millonario jubilado” Benjamin Dingle, un caballero astuto, con un inmejorable sentido de la oportunidad.

El filme se inicia mostrándonos el más delicioso contraste entre la Washington que describe un presentador y la que vemos en imágenes “documentales”. Al terminar, se nos hará ver, en un “interesantísimo” primer plano, la estatua de un almirante. El nombre… creo que es mejor olvidarlo, porque lo que importa es recordar la “frase inmortal” que aparece al pie del monumento: “¡Malditos torpedos. Avanzad a toda velocidad!” Esa frase retumbará en los oídos de Mr. Dingle, quien la asumirá como bandera para animar sus impulsos.

El director George Stevens, vuelve a contar con la estupenda Jean Arthur, a quien consideraba “una de las más grandes comediantes que hayamos visto en la pantalla”. Quien lo dude, no es sino que siga su trabajo junto a este director, o junto a Frank Capra, con quien también hizo maravillas. A ella, la acompaña otro lingote de oro llamado Charles Coburn, quien recibiría un merecidísimo Oscar. Y junto a ellos, Joel McCrea consigue ajustarse en su sereno rol de aspirante al corazón de la comprometida chica.

Con “EL AMOR LLAMÓ DOS VECES”, Stevens vuelve a demostrar su solvencia para la comedia, logrando un delicioso entramado con el que uno se ríe, se sorprende, se emociona, sacude la cabeza… y siente, con certeza, que hay un puñado de gente bien calificada detrás de todo lo que ahora está viendo.

Así son las buenas comedias, hacen que la alegría te recorra las entrañas.
Luis Guillermo Cardona
Did you find this review interesting and/or helpful?
arrow