Click here to copy URL
Luis Guillermo Cardona rating:
9
Drama George Peppard plays a hard-driven industrialist more than a little reminiscent of Howard Hughes. While he builds airplanes, directs movies and breaks hearts, his friends and lovers try to reach his human side, and find that it's an uphill battle. The film's title is a metaphor for self-promoting tycoons who perform quick financial takeovers, impose dictatorial controls for short-term profits, then move on to greener pastures.
Language of the review:
  • es
May 20, 2010
18 of 18 users found this review helpful
Cine dentro del cine. Una exitosa historia escrita por un hombre que quedó huérfano siendo un niño, pasó largo tiempo entre calles y orfanatos… hasta que se hizo millonario vendiendo azúcar. Tras perder su fortuna, marchó a Hollywood donde, retando a un directivo de la Universal, decidió escribir una novela: “Never Love a Stranger” (1948), en la que narra sus experiencias en el orfanato y pronto se convertiría en un imparable récord de ventas. A ésta seguirían una veintena de obras, la mayoría exitosas y llevadas al cine, sobresaliendo, "The Carpetbaggers" (Los Insaciables, 1961), por su gran fuerza narrativa y la construcción de unos personajes que dan cuenta precisa de ese extraño, fascinante, complejo y a la vez deplorable mundo del poder. Su nombre, Harold Robbins.

En ésta rutilante versión cinematográfica, con guion de, John Michael Hayes, y realizada por Edward Dmytryk, con toda la solvencia que requería un proyecto de este tipo: ambientes de lujo, precisa adecuación a los años 1930, música esplendorosa, fotografía full color, y un reparto de renombre, la carrera hacia el encandilante poder económico de un hombre que nos recuerda, inexacta, pero intencionadamente, al multimillonario Howard Hughes, es plasmada con una vigorosidad que se mantiene de principio a fin, y con un puñado de personajes que impone un efectivo marco a una clase social signada por el arribismo, el oportunismo, el afán compulsivo por el dinero y su capacidad de pisotear a quien sea con tal de salirse con la suya.

Lo más apreciable en este ambiente es que, Dmytryk, y de seguro Robbins, reflejan un justo aprecio por sus personajes y les dan los mejores argumentos para explicar sus actos, para entender sus salidas en falso y para que consigamos verlos como lo que realmente son: seres enormemente frágiles, hábiles para hacer y para hacerse daño, y capaces de conseguirlo todo, ¡absolutamente todo!… excepto la felicidad.

George Peppard, recrea, muy atinadamente, a un hombre con una personalidad, en principio, envidiable: definido, frentero, con objetivos claros, dispuesto siempre a tomar la rienda y a asumir con firmeza las consecuencias de sus actos... pero, quien también carga con una inevitable y pesada sombra: pasa por encima de quien sea, se deshace sin ambages de quien no le sirve o deja de servirle, es machista y promiscuo... y tiene una ambición de poder que no conoce límites. “Hacerse dueño del mundo”, cabe entre sus propósitos. El reparto que lo secunda: Carroll Baker, Alan Ladd, Elizabeth Ashley, Robert Cummings… inobjetables.

Con, <<LOS INSACIABLES>>, Estamos ante un filme brillante que nos sobrecoge e impacta.
Luis Guillermo Cardona
Did you find this review interesting and/or helpful?
arrow