Seguramente estamos ante una de las películas más tramposas y de guión más inverosímil de la temporada. “Headhunters” obliga al espectador a hacer un gran esfuerzo para tragar con todo lo que le están contando y es de suponer que como le pasa a un servidor una vez acabada la película todavía no tenga claro del todo el plan y las motivaciones que mueven a los protagonistas. Y sin embargo no sería justo no reconocer que estamos ante una película que atrae y fascina a partes iguales. Morten Tyldum consigue con una estética moderna trazar un thriller de aires coenianos cargado de personajes a cual más interesante que te atrapa de principio a fin. Con un excelente ritmo narrativo, Tyldum desarrolla una trama que se va volviendo más angustiosa a medida que va avanzando. Es evidente que hay mucho de Hitchcock en la película, con ese personaje ejerciendo de antihéroe perseguido sin tener muy claro el por qué, al que todo se le va complicando por momentos en una historia en la que nada es lo que en un principio parece. Y aunque el guión parece escapársele de las manos en muchos momentos a Tyldum no parece importarle en absoluto. Es consciente que su film es un puro divertimento y añade no pocas gotas de humor para subrayar su falta de pretensiones. “Headhunters” puede descolocar o dejarte cierta sensación de tomadura de pelo pero nadie podrá negar que transpira cine puro en cada uno de sus fotogramas.

Lo mejor: su capacidad sugestiva.

Lo peor: que tendremos remake americano con toda seguridad.