El título de mi crítica lo resume muy bien.
Me encantaron las tres primeras temporadas. Era una serie original, fresca, divertida de veras y diferente en cuanto al planteamiento. Tenía un puntazo; las carcajadas que me provocaba, auténticas y espontáneas. Es por esas tres tempos que le pongo un 7, porque tal y como está yendo ahora mismo es para colocarle un 1.
El show se hace famoso y firman para tres temporadas más. Y meten la pata, pero muy bien metida. Empiezan a trillar el guión: una y otra vez las mismas bromas y chistes ya gastados; aparecen personajes insoportables metidos con calzador como Priya y Amy; a Sheldon le encasquetan una novia que parece su clon robótico, pero en cutre (ya teníamos al Sheldon femenino con la madre de Leonard, ¿para qué más?); todos se lían con todos y cada oveja con su pareja. La esencia y gracia de los personajes empieza a perderse y las risas enlatadas aumentan cada vez más. La sigo viendo y no me hace ni puñetera gracia. Siempre veo lo mismo y todo es cada vez más convencional, Amy sale cada dos por tres recitando su guión robótico y cada vez me cansa más. ¿Cómo han podido destrozar esta serie? No ha evolucionado a nada, como muchos se empeñan en decir: se la han cargado. Me empezó encantando y ahora no la soporto. El 7 se lo merece por lo bien que me lo pasé con las tres primeras temporadas, lo mucho que me reí con ellas y el buen recuerdo que guardo. A partir de ahí, para mi ya no hay serie que valga.