Mattie Ros (Hailee Stenfield) es una chica de catorce años que decide, después del asesinato de su padre a manos de uno de sus empleados Tom Chaney (Josh Brolin), contratar a un cazarecompensas para uqe lo capture y lo lleve a la Justicia para que dé cuenta en la horca. Encuentra en la persona de (Jeff Bridges) un Marshall alcohólico pero todavía con buen haber en el tiro el principal aliado para su ocmetido. Pero Chaney, en su huida, se ha hecho fuerte con la banda de Ned Pepper (Barry Pepper) que se esconde en territorio indio. A pesar de las inclemencias del terreno contarán con el apoyo de (Matt Damon) un “Ranger” de Texas que también va en su caza.

Revisitación de el “western” del mismo título que Henry Hathaway dirigió en 1969 y que repercutió en John Wayne el único Óscar de su carrera. Al igual que su predecesor, Jeff Bridges también se ocultó el ojo con un parche negro para recordarnos tan mítica caracterización en éste clásico género, reinventado desde hace más de dos décadas, y que tiene buena acogida entre sus adeptos o, los que simplemente, quieren disfrutar de las actuaciones del propio Bridges, Damon y un, siempre siniestro y sombrío, Josh Brolin.

No obstante les faltó empeño a los hermanos Joel y Ethan Coen en su proyecto de llevar esta cinta del oeste a buen puerto. No se puede negar una magnífica puesta en escena por desaprovechada. No será por la falta de acción, compensada con unos diálogos bastante elaborados, pero su condición de “remake” podía haber resultado más provechoso en el total de su conjunto eliminando, por ejemplo, su lentitud.