¿Basado en hechos reales? ¡Ja!. La película, se centra en el último estadio de la vida de un ladrón de bancos especialista en fugarse de penitenciarias en infinidad de veces, y que precisamente por estos hechos fue por lo que saltó a la fama, no se aborda, lo que deja un film a mi gusto, bastante descafeinado.

El personaje que da vida Redford no es nada creíble. Consiste en simplemente entrar en un banco y sólo a través de la educación y sus buenas formas, informar al empleado de la caja que hiciera el favor de entregarle el dinero porque lo estaba atracando, a lo que él o ella obedecía sin que mediara ningún tipo de violencia. La excusa para hacer lo que el bandido ordena "es que era una persona muy correcta, de modales exquisitos, todo un caballero".

Sin ahondar mucho más, existe otras situaciones parecidas surrealistas y pretenciosas, que te hacen dudar en mucho de una biografía objetiva. Cierto que es un producto cinematográfico en donde es obvio introducir licencias artísticas, pero no creo justo el exceso de degradación, y colocar de colofón la comercial cita: "Basado en hechos reales".

La falta de ritmo y carisma de la historia es también preocupante llevando irremediablemente al aburrimiento absoluto.