El film ante el que nos hayamos es de difícil catalogación. Algunos dicen que es una comedia con tintes surrealistas, otros dicen que no tiene ninguna gracia y por último, tendríamos a los "amanecistas", que son auténticos fans y que se reunen cada año para rememorar todo lo relacionado con esta película.
El largometraje es un continuo desfile de personajes (a cada cual más esperpéntico) que van soltando auténticas perlas que ya forman parte de la historia del cine español.
El reparto es quizás una mezcla de varios grupos generacionales: nos econtramos a Pastora Vega y Gabino Diego (las nuevas generaciones), Antonio Resines, Miguel Rellán (los asentados) y Cassen, Jose Sazatornil, Maria Isbert y Aurora Bautista (los veteranos).
La música que la acompaña es obra de José Nieto, el cual sabe integrarla perfectamente a través de momentos melancólicos y delirantes.
Sin lugar a dudas esta película es una forma única de ver que en España también se sabía hacer buen cine. No es una españolada, ni nada parecido y que sepan que yo no he plagiado a Faulkner.