Una bonita historia de amor en un contexto inusual: rudos militares, tácticas de vuelo, clases de estrategia militar. Scott supo recurrir a un público ansioso de historias lacrimógenas y amorcillos "imposibles" hechos realidad, y dio en el blanco: el éxito comercial y social de su obra (todos los adolescentes y adultos jóvenes de los ochenta quedaron, en cierta medida, marcados por el film) lo dejaron demasiado bien posicionado. Buena química entre los protagonistas, no así sus actuaciones, lindantes con la cursilería.