Scoop pertenece a ese conjunto de películas con que nos obsequia de cuando en cuando el Sr. Allen y que podríamos considerar pequeños descansos en la subida al puerto de su carrera. Libre de pretensiones profundas, un poco constreñida por la localización (sigo pensando que lejos de su Manhattan, Allen se siente como una sardina en un río de agua dulce), lastrado diría yo, tanto en lo físico como en intentar retratar a la sociedad londinense desde el punto de vista de un descastado judío yanqui.
La historia está muy bien resuelta en su desenlace pero el conjunto no acaba de convencer, buenos diálogos y acertadísimas las elecciones musicales (Strauss, Katchaturian, Tchaikovsky, Grieg....) abandonando temporalmente espero, sus inclinaciones por el jazz, el dixie y la música melódica clásica americana.
Continuando con un simil musical, esta película se me antoja un intermezzo a espera de números mejores de la Suite/Sinfonía.
Recomendable.