Siempre he considerado a Javier Cámara un actor encasillado en la comedia, en personajes de hombres condescendientes y a Candela Peña en papeles de mujer fría o borde, realmente creo que en muchos momentos de la película mantienen dichos roles pero de alguna manera encajan.

Hay momentos de la película que me parecen forzados, ambiguos... que no entiendo, pero bueno, realmente es una película que sólo muestra su contenido tal cual, sin efectos, sin más decoro... El eco del vacío, el sonido de los pasos y la lluvia como sonidos de fondo que intensifican todas las emociones. Es una película muy humana y el ser humano es lo que tiene, ambigüedades, contradicciones.

Es una película que expresa muy bien las distintas formas que tiene el ser humano de llevar el dolor, ambas respetables pero no compatibles, la toxicidad de una relación acabada, el sufrimiento, las cosas que quedan por decir, los reproches (hacia uno mismo y hacia el otro), el perdón, el rencor, etc.

Si se termina por conectar con los personajes, si se escucha atentamente la historia y se aprovecha el clima que Coixet crea, es una película que sin duda conmueve por dentro.