No me extraña lo más mínimo que el ínclito Tobe Hooper, inicialmente previsto como director de esta cosa, decidiera tomar las de Villadiego y quitarse de enmedio, no sea que su nombre quedara unido a semejante truño para siempre (mala suerte, muchacho: pese a todo, en muchos sitios esta memez es conocida como "Tobe Hooper's Zombies"). Y mira que el realizador de "La matanza de Texas" no se caracteriza, precisamente, por la calidad de sus propuestas, pero hasta él tuvo claro que con este guión no había posibilidad alguna de conseguir un resultado final medianamente decente.

En fin, que lo mejor -y lo único aterrador- de esta película es, con diferencia, el cartel anunciador; el resto, desde las interpretaciones hasta el menor de los detalles técnicos, es, sencillamente, abominable, destacando el personaje de la madre desnaturalizada (para denunciarla directamente a los servicios sociales), absolutamente lerdo, estúpido e incoherente.

A olvidar pero ya.