231/31(27/06/09) Buen film del gran Kurosawa, con un argumento inspirado libremente en la famosa obra de Shakespeare "Hamlet", en la que se hace una brutal crítica a la sociedad japonesa en la que la sumisión al que manda es absoluta, hasta el punto del suicidio para proteger a su superior, la crítica se extiende a la corrupción política y a la decadencia moral. El argumento gira en torno a Koichi Nishi (Toshiro Mifune, el actor fetiche del realizador), el hijo bastardo de un directivo de una importante corporación que se ha tirado por una ventana de un séptimo piso, Nishi le echa la culpa al vicepresidente de la empresa, Iwabuchi (Masuyaki Mori), y trama un plan para vengarse, haciéndose pasar por otro se infiltrará en la empresa como su secretario, enamorara a la hija, Keiko (Kyoko Kagawa) que está coja a causa de un accidente provocado por su hermano, y desde dentro de la empresa y de su familia hundirlo. Su estética es de cine negro, creando una atmósfera que en los exteriores se mueven entre sombras y en los interiores la luz rebosa. Mifune vuelve a demostrar que ha sido uno de los más grandes actores, creando a un maquiavélico personaje en pos de su venganza que es traicionado por sus sentimientos. El relato trata temas universales que no han perdido vigencia después de tantas décadas como es la corrupción urbanística. Kurosawa peca en algo que se da mucho en el cine asiático que es no saber recortar el metraje, esta historia no es para dos horas y media, se podría haber hecho más ágil utilizando más tijera, hubiera tenido más ritmo, pues algunas escenas no aportan nada. Recomendable a los que gocen de cine negro. Fuerza y honor!!!