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TOM REGAN rating:
6
2014
7.0
38,066
Animation. Fantasy. Sci-Fi. Comedy. Action
Brilliant robotics prodigy Hiro Hamada finds himself in the grips of a criminal plot that threatens to destroy the fast-paced, high-tech city of San Fransokyo. With the help of his closest companion, a robot named Baymax, Hiro joins forces with a reluctant team of first-time crime fighters on a mission to save their city.
Language of the review:
- es
February 16, 2015
4 of 5 users found this review helpful
22(26/01/15) Entretenido sin más, film de animación digital, por lo que a mí respecta algo sobrevalorado por las críticas leídas, cinta que transita por lugares comunes del género sin aportar elemento nuevo, con personajes un tanto esquemáticos, secundarios sin alma y un villano carente de carisma, en el apartado de lo bueno está la creación de un personaje adorable como el robot Baymax, y lo previsible, una ambientación y poderío visual atronador, con un mimo por el mínimo detalle asombroso, creando escenas de acción portentosas, pero esto es de esperar, como la valentía a los toreros, luego hay que hacer una buena faena, y en el film se quedan a medias, con cosas positivas y negativas. Ha sido el primer film de Disney con personajes de Marvel Comics desde comprara la compañía en 2009, es la adaptación libre de un comic desconocido que data del 1998. La Marvel Comics no quedó a gusto con la adaptación, tanto que se negó a promocionarla con comics.
El escenario es la ficticia ciudad de San Fransokyo, el protagonista es Hiro Hamada, pequeño genio de la robótica de 14 años, su hermano Tadashi le hace ver que su potencial es el adecuado para entrar en el centro de robótica de su universidad, para entrar allí debe presentar un proyecto del agrado del profesor Callaghan, director del programa de robótica de la escuela. Hiro crea mediante miles de microbots un entramado poliforme capaz de ser manejado a antojo de un cerebro y conformando cualquier forma imaginable, esto le da el plácet del director. La catarsis llega cuando en el laboratorio de robótica de la universidad se produce un gran incendio con Callaghan dentro, Tadashi entra entre las llamas para intentar salvarlo, muriendo en tras una explosión final, Hiro cae en una depresión. Un día Hiro, con la ayuda de un robot creado por Tadashi, Baymaax (robot rechoncho y relleno de aire, tiene como función asistente de salud), siguen a un microbot a un almacén abandonado, comenzando así una aventura que tendrá mucho que ver con superhéroes y villanos, donde Hiro contará con la ayuda de los amigos de Tadashi, GoGo, Wasabi, Honey Lemon, y Fred, además del multiusos robot Baymax.
Dirigen Don Hall (“El Emperador y sus locuras”) y Chris Williams (“Bolt”) sobre un guión de Jordan Roberts (“El viaje del emperador”), Daniel Gerson (“Monstruos S.A.”) y Robert L. Baird (“Cars”). Cinta con la que pasas un buen rato pero no te deja poso, debido a su irregularidad, es una obra desequilibrada, nos obsequia con una cinta más de superhéroes a la fuerza, torpes al principio pero que luego son la caña, mezclándolo con una seña propia de Disney desde sus inicios en el largometraje, como es la muerte de un ser querido como catalizador de la acción, “Bambi” o “El Rey León” son buena muestra de ello. Paradójicamente cuanto más espectacular se pone más te alejas de la acción, yendo claramente de más a menos, con un muy buen arranque con presentación de protagonista en el duelo de robots, entente tierna con su hermano, presentación de su megamecano de nanorobots, las primeras indagaciones sobre el misterio, y cuando se desata la “orgía” de amiguetes todo se empieza a convertir en un caos que se desborda en una afán de rellenar la falta de ideas con una traca de fuegos artificiales, de persecuciones bizarras, peleas, explosiones, dimensiones paralelas, para desembocar en un final mediocre. Al final te queda la sensación de que empezó siendo un film para pequeños y mayores, y conforme avanzaba el metraje, el ritmo se aceleraba, los mayores fueron desconectando para dar cabida a una historia demasiado infantil por plana. Es una cinta que combina desequilibradamente el drama, la acción, la ternura, la comedia, el misterio, la justicia, la venganza, la redención la pérdida de un ser querido, la amistad o la obsesión enfermiza, tocados de modo un tanto superficial. De lo pero que le puede pasar a un film las previsibilidad y aquí brilla cual sol en el Ecuador a mediodía, se recurre a secundarios y villano sin fuerza alguna, meros conos para que asistamos a la relación Baymax con Hiro. Los compañeros de Hiro son de personalidades planas, intercambiables, sin alma, se podrían haber anulado y hubiera ganado en consistencia, sin perder en gracia. Y lo del villano es aberrante, de una incoherencia rayando en lo ridículo-bufo. Por no hablar de sus múltiples lagunas argumentales, de dónde saca Hiro el dinero para sus nanorobots? Deben de costar un pastón y él no es rico? Que haya hecho este macronanorobots no es para entre en la universidad, es para que el den el Nobel ipsofacto, inverosímil. Si le han robado el proyecto, porque no para cambiarlo en vez de crear 6 grandes super-héroes no crea otro megananorobot? Porque Hiro no quiere que su tía se entere de que tiene a Baymax? Qué clase de tutora es la tía que el sobrino se va de casa por tiempo indefinido y no parece preocuparle? Demasiadas incoherencias, hay que creerse que el chico no es que sea un genio, es que es el Genio más grande de la Historia. (continua en spoiler por falta de espacio)
El escenario es la ficticia ciudad de San Fransokyo, el protagonista es Hiro Hamada, pequeño genio de la robótica de 14 años, su hermano Tadashi le hace ver que su potencial es el adecuado para entrar en el centro de robótica de su universidad, para entrar allí debe presentar un proyecto del agrado del profesor Callaghan, director del programa de robótica de la escuela. Hiro crea mediante miles de microbots un entramado poliforme capaz de ser manejado a antojo de un cerebro y conformando cualquier forma imaginable, esto le da el plácet del director. La catarsis llega cuando en el laboratorio de robótica de la universidad se produce un gran incendio con Callaghan dentro, Tadashi entra entre las llamas para intentar salvarlo, muriendo en tras una explosión final, Hiro cae en una depresión. Un día Hiro, con la ayuda de un robot creado por Tadashi, Baymaax (robot rechoncho y relleno de aire, tiene como función asistente de salud), siguen a un microbot a un almacén abandonado, comenzando así una aventura que tendrá mucho que ver con superhéroes y villanos, donde Hiro contará con la ayuda de los amigos de Tadashi, GoGo, Wasabi, Honey Lemon, y Fred, además del multiusos robot Baymax.
Dirigen Don Hall (“El Emperador y sus locuras”) y Chris Williams (“Bolt”) sobre un guión de Jordan Roberts (“El viaje del emperador”), Daniel Gerson (“Monstruos S.A.”) y Robert L. Baird (“Cars”). Cinta con la que pasas un buen rato pero no te deja poso, debido a su irregularidad, es una obra desequilibrada, nos obsequia con una cinta más de superhéroes a la fuerza, torpes al principio pero que luego son la caña, mezclándolo con una seña propia de Disney desde sus inicios en el largometraje, como es la muerte de un ser querido como catalizador de la acción, “Bambi” o “El Rey León” son buena muestra de ello. Paradójicamente cuanto más espectacular se pone más te alejas de la acción, yendo claramente de más a menos, con un muy buen arranque con presentación de protagonista en el duelo de robots, entente tierna con su hermano, presentación de su megamecano de nanorobots, las primeras indagaciones sobre el misterio, y cuando se desata la “orgía” de amiguetes todo se empieza a convertir en un caos que se desborda en una afán de rellenar la falta de ideas con una traca de fuegos artificiales, de persecuciones bizarras, peleas, explosiones, dimensiones paralelas, para desembocar en un final mediocre. Al final te queda la sensación de que empezó siendo un film para pequeños y mayores, y conforme avanzaba el metraje, el ritmo se aceleraba, los mayores fueron desconectando para dar cabida a una historia demasiado infantil por plana. Es una cinta que combina desequilibradamente el drama, la acción, la ternura, la comedia, el misterio, la justicia, la venganza, la redención la pérdida de un ser querido, la amistad o la obsesión enfermiza, tocados de modo un tanto superficial. De lo pero que le puede pasar a un film las previsibilidad y aquí brilla cual sol en el Ecuador a mediodía, se recurre a secundarios y villano sin fuerza alguna, meros conos para que asistamos a la relación Baymax con Hiro. Los compañeros de Hiro son de personalidades planas, intercambiables, sin alma, se podrían haber anulado y hubiera ganado en consistencia, sin perder en gracia. Y lo del villano es aberrante, de una incoherencia rayando en lo ridículo-bufo. Por no hablar de sus múltiples lagunas argumentales, de dónde saca Hiro el dinero para sus nanorobots? Deben de costar un pastón y él no es rico? Que haya hecho este macronanorobots no es para entre en la universidad, es para que el den el Nobel ipsofacto, inverosímil. Si le han robado el proyecto, porque no para cambiarlo en vez de crear 6 grandes super-héroes no crea otro megananorobot? Porque Hiro no quiere que su tía se entere de que tiene a Baymax? Qué clase de tutora es la tía que el sobrino se va de casa por tiempo indefinido y no parece preocuparle? Demasiadas incoherencias, hay que creerse que el chico no es que sea un genio, es que es el Genio más grande de la Historia. (continua en spoiler por falta de espacio)
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
Lo mejor y por lo que será recordado el film es por la enternecedora relación de Hiro con un dulce robot, Baymax, un humaniforme regordete, torpe, de movimientos lentos, el que nos proporciona los mejores momentos de humor, Baymax, el robot blanco de vinilo, asistente médico, es el amo del film, se apodera de la pantalla con su bonachona y achuchable “personalidad”, con una figura que recuerda al muñeco de Michelin, con una voz suave que nos acuna, de tierno comportamiento, siempre atento, provocando sonrisas con sus lerdos andares de pingüino, el modo en que se queda sin batería, como se desinfla. Baymax es la voz de la conciencia buena de Hiro, el lado bueno de su corazón, que le guía por el buen camino, haciéndole desistir con comprensible filosofía de actos de los que se arrepentirá. Curiosamente en el comic era de imagen reptiliana y de color verde. Al parecer su diseño y funcionamiento no es aleatorio, se basa en estudios reales sobre la robótica blanda, “soft robotics”, robots creados a partir de materiales más suaves que el metal y el plástico, enfocado esto al campo de la medicina, a lo que se dedica Baymax.
Su ambientación resulta algo bastante original una mezcla de homenaje a Japón y a los superhéroes, con el marco de una ciudad ficticia coctel entre San Francisco y Tokyo, miscelaneando culturas, la occidental y la asiática, San Fransokio, un gran despliegue imaginativo, eldiseñador de producción Paul A. Felix (“Mulan”) dijo <La topografía es exagerada lo que hacemos caricatura, las colinas se 1½ veces exagerados>, el director Hall aseveró <Es una versión alternativa de San Francisco, la mayor parte de la tecnología es avanzada sumada a otra retro>, con una gran labor técnica, con los últimos avances en fotorrealismo, para regalarnos una urbe con luces de neón, calles mugrientas, mezclado con el estilo victoriano de la ciudad de Alcatraz, aunándose en una turbadora conjunción, pagodas, trenes elevados, un Golden Gate coronado por toques nipones, las clásicas pendientes de la ciudad californiana, una preciosa fantasía, a esto se suma un cromatismo fulgurante, creando lindas postales. Esto adornado rítmicamente por música de Henry Jackman (“Kick-Ass”).
Momentos para el recuerdo: Su formidable inicio con la pelea de robots asesinos, recordando vagamente a los tipos de “El color del dinero”; La presentación en la feria del meganarobot, impactante tramo, una delicia para la imaginería infantil; El crucial momento del fuego y posterior explosión de la sede robótica de la universidad; La alegórica secuencia del entierro e Tadasho bajo la lluvia a modo de llanto existencial que cae sobre Hiro, mientras vemos varios paraguas negros abrirse; La frase de Baymax tras serle concdida por Hiro la capacidad de volar <No veo por qué volar me hace ser mejor compañero y cuidador personal>;El liberador y fascinante vuelo de Hiro con Baymax por los cielos de San Fransokio, aunque algo gratuito, claramente destinado a pagar la entrada del 3D; Cuando Baymax se le agota la batería, sus movimientos y habla se van acercando a una persona ebria; El guiño final a Stan Lee, imprescindible quedarse a ver los créditos finales.
El resto del equipo Big Hero 6: Está el baguete Fred, una chica de carácter duro, GoGo, una intelectual HoneyLemon, y un rudo fortachón de color con rastas, Wasabi (homenaje a la comida japo), cada uno de ellos tendrá una especialidad distinta en este cuasi-Comando G.
En conjunto una cinta más sobre superhéroes, que ya empiezan a ser un poco cansinos, un poco gusta, lo mucho agota e incluso hastía. Se deja ver, pero el poso que deja es nulo. Fuerza y honor!!!
Su ambientación resulta algo bastante original una mezcla de homenaje a Japón y a los superhéroes, con el marco de una ciudad ficticia coctel entre San Francisco y Tokyo, miscelaneando culturas, la occidental y la asiática, San Fransokio, un gran despliegue imaginativo, eldiseñador de producción Paul A. Felix (“Mulan”) dijo <La topografía es exagerada lo que hacemos caricatura, las colinas se 1½ veces exagerados>, el director Hall aseveró <Es una versión alternativa de San Francisco, la mayor parte de la tecnología es avanzada sumada a otra retro>, con una gran labor técnica, con los últimos avances en fotorrealismo, para regalarnos una urbe con luces de neón, calles mugrientas, mezclado con el estilo victoriano de la ciudad de Alcatraz, aunándose en una turbadora conjunción, pagodas, trenes elevados, un Golden Gate coronado por toques nipones, las clásicas pendientes de la ciudad californiana, una preciosa fantasía, a esto se suma un cromatismo fulgurante, creando lindas postales. Esto adornado rítmicamente por música de Henry Jackman (“Kick-Ass”).
Momentos para el recuerdo: Su formidable inicio con la pelea de robots asesinos, recordando vagamente a los tipos de “El color del dinero”; La presentación en la feria del meganarobot, impactante tramo, una delicia para la imaginería infantil; El crucial momento del fuego y posterior explosión de la sede robótica de la universidad; La alegórica secuencia del entierro e Tadasho bajo la lluvia a modo de llanto existencial que cae sobre Hiro, mientras vemos varios paraguas negros abrirse; La frase de Baymax tras serle concdida por Hiro la capacidad de volar <No veo por qué volar me hace ser mejor compañero y cuidador personal>;El liberador y fascinante vuelo de Hiro con Baymax por los cielos de San Fransokio, aunque algo gratuito, claramente destinado a pagar la entrada del 3D; Cuando Baymax se le agota la batería, sus movimientos y habla se van acercando a una persona ebria; El guiño final a Stan Lee, imprescindible quedarse a ver los créditos finales.
El resto del equipo Big Hero 6: Está el baguete Fred, una chica de carácter duro, GoGo, una intelectual HoneyLemon, y un rudo fortachón de color con rastas, Wasabi (homenaje a la comida japo), cada uno de ellos tendrá una especialidad distinta en este cuasi-Comando G.
En conjunto una cinta más sobre superhéroes, que ya empiezan a ser un poco cansinos, un poco gusta, lo mucho agota e incluso hastía. Se deja ver, pero el poso que deja es nulo. Fuerza y honor!!!