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TOM REGAN rating:
6
7.0
5,588
Adventure
In the 1580s, the Sea Hawks -- the name given to the bold privateers who prowl the oceans taking ships and treasure on behalf the British crown -- are the most dedicated defenders of British interests in the face of the expanding power of Philip of Spain. And Captain Geoffrey Thorpe (Errol Flynn) is the boldest of the Sea Hawks, responsible for capturing and destroying more than 50 Spanish ships and ten Spanish cities. His capture of a ... [+]
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- es
August 5, 2020
5 of 5 users found this review helpful
243/03(03/08/20) Entretenidillo film de aventuras de capa y espada al que se le nota bastante sus ochenta años, pues tiene sus virtudes. Aprovecha al máximo a un Errol Flynn (encarna a un corsario inspirado libremente en Sir Francis Drake) en la cúspide de su estrellato, tiene una dirección ágil de un artesano del género como Michael Curtiz (décima colaboración entre protagonista y realizador), tiene apreciables escenas de acción (abordajes, masivas luchas a espada, incursiones por selvas, galeras, huidas,...) donde luce el majestuoso presupuesto (el más grande hasta entonces de la compañía Warner), tiene unas secuencias navales espectaculares (los barcos se crearon para la película, llevándose la mayor parte del dinero, no dejando para el palacio regio de Isabel, que luce como un escenario de teatro en su falsedad), tiene el ingenio de rodar en tonos sepia las secuencias en el trópico de Panamá para dar sensación de calor, tiene unos clásicos secundarios de la Warner que aportan frescura (Claude Rains, Alan hale, Una O’Connor,...), tiene a una carismática Reina Isabel en la vigorosa encarnación de Flora Robson (enardecedora en su discurso final), tiene un gran duelo final entre antagonistas (Flynn y Daniell) potenciado de modo expresionista por la iluminación proyectando enormes sombras en las paredes, y tiene una epopéyica banda sonora compuesta el austrohúngaro Erich Wolfgang Korngold. Y todo esto regado por un humor blanco que da un arte destensado, con recursos como el monito, la dicharachera Una O’Connor y su ‘affaire con Alan Hale.
Pero también sus defecto tiene, como un argumento cogido por los pelos, con situaciones que se resuelven de modo artificioso (ekl modo de huir de galeras resulta poco imaginativo), con una trama conspiranoica nada creíble, con una trama de espionaje burda, con una trama romántica que no sostiene el mínimo análisis (deduzco que la joven española encarnada por Brenda Marshall [inane sustituta de la clásica pareja ‘Warner’ de Flynn como era Olivia de Havilland] se moja las ‘braguitas de encaje’ (perdóneseme la zafiedad) porque el pirata le devuelve sus joyas (muy idealista), con una sensación remanente de que como pudo España conquistar un Imperio con una cantidad de ineptos tan grande a los mandos. Reduciendo los simplismo a que los ingleses son muy buenos, epítome el capitán Thorpe, d ala oportunidad siempre de rendirse, nunca quiere matar, trata caballerosamente a su prisioneros, odia la esclavitud (como si Inglaterra no hubiera tenido esclavitud), eso aunque realmente no estén mostrando que es un pirata ladrón-carroñero, que intenta hacer daño a España como y cuando puede, y luego se extrañan de que el Rey Felipe les quiera atacar, sin pies ni cabeza el razonamiento del buenismo de los anglos.
Entre las cosas que pertenecían a la First National cuando la Warner la compró en 1929, había un guión basado en la novela de Rafael Sabatini “El halcón del mar”, llevado al cine silente en 1924. La película se anunció en junio de 1936 y protagonizaría a Errol Flynn, luego de su éxito con el Capitán Blood. Originalmente la cinta estaba planeada como una adaptación de la novela de 1915 de Rafael Sabatini “The Sea Hawk”, la película utilizó una historia completamente diferente inspirada en las hazañas de Sir Francis Drake, a diferencia de la adaptación de la película muda de 1924, que fue bastante fiel a la trama de Sabatini (que era muy similar a la trama del Capitán Blood). Las adaptaciones de la novela fueron escritas por Richard Neville y Delmer Daves antes de que Seton I Miller escribiera una historia básicamente nueva llamada “Mendigos del mar” basada en Sir Francis Drake. Sin embargo, el nombre de Sabatini todavía se usaba en materiales promocionales, ya que se consideró que tenía valor comercial. Howard Koch luego volvió a trabajar el guión de Miller manteniendo la estructura básica y la historia.
En el momento del rodaje Inglaterra estaba en guerra contrala Alemania nazi en Europa, oficialmente USA era neutral, pero había mucha corriente de opinión proclive a intervenir en apoyo de Reino Unido. Por lo que se aprovecha la historia para ejercer paralelismos nada disimulados, haciendo del Imperio de España la Alemania del 1940, convirtiendo a la Luftwaffe germana, que bombardeaba Londres todas las noches en la Armada Española. Esto atomizado en la apertura de la película cuando vemos la sombra del rey Felipe II (clara alegoría de Hitler) sobre un mapa del mundo, que se jacta de que pronto será un mapa de España. Esto para contribuir a la moral durante la WWII e influir en el público estadounidense para que tenga perspectiva más pro-británica. El discurso de la Reina al final de la película tenía la intención de inspirar a la audiencia británica, que ya estaba sumergida en la Segunda Guerra Mundial. Las sugerencias de que era deber de todos los hombres libres defender la libertad, y que el mundo no pertenecía a ningún hombre (una insinuación obvia del deseo de Hitler de conquistar Europa). Cuando Thorpe dice que "España está en guerra con el mundo", hay que cambiar España por Alemania. Cuando la orgullosa Elizabeth clama contra "la despiadada ambición de un hombre" que "amenaza con envolver al mundo", donde pone hombre hay que traducir en el contexto que se refiere a Adolf Hitler. En el epílogo la reina Isabel advierte que "cuando la ambición despiadada de un hombre amenaza con envolver al mundo, se convierte en la solemne obligación de todos los hombres libres de afirmar que la Tierra no pertenece a ningún hombre, sino a todos, y que la libertad es el hecho y título del alma en la que existimos". Está llamando a unirse a ellos (los británicos) a los entonces neutrales Estados Unidos.
Pero también sus defecto tiene, como un argumento cogido por los pelos, con situaciones que se resuelven de modo artificioso (ekl modo de huir de galeras resulta poco imaginativo), con una trama conspiranoica nada creíble, con una trama de espionaje burda, con una trama romántica que no sostiene el mínimo análisis (deduzco que la joven española encarnada por Brenda Marshall [inane sustituta de la clásica pareja ‘Warner’ de Flynn como era Olivia de Havilland] se moja las ‘braguitas de encaje’ (perdóneseme la zafiedad) porque el pirata le devuelve sus joyas (muy idealista), con una sensación remanente de que como pudo España conquistar un Imperio con una cantidad de ineptos tan grande a los mandos. Reduciendo los simplismo a que los ingleses son muy buenos, epítome el capitán Thorpe, d ala oportunidad siempre de rendirse, nunca quiere matar, trata caballerosamente a su prisioneros, odia la esclavitud (como si Inglaterra no hubiera tenido esclavitud), eso aunque realmente no estén mostrando que es un pirata ladrón-carroñero, que intenta hacer daño a España como y cuando puede, y luego se extrañan de que el Rey Felipe les quiera atacar, sin pies ni cabeza el razonamiento del buenismo de los anglos.
Entre las cosas que pertenecían a la First National cuando la Warner la compró en 1929, había un guión basado en la novela de Rafael Sabatini “El halcón del mar”, llevado al cine silente en 1924. La película se anunció en junio de 1936 y protagonizaría a Errol Flynn, luego de su éxito con el Capitán Blood. Originalmente la cinta estaba planeada como una adaptación de la novela de 1915 de Rafael Sabatini “The Sea Hawk”, la película utilizó una historia completamente diferente inspirada en las hazañas de Sir Francis Drake, a diferencia de la adaptación de la película muda de 1924, que fue bastante fiel a la trama de Sabatini (que era muy similar a la trama del Capitán Blood). Las adaptaciones de la novela fueron escritas por Richard Neville y Delmer Daves antes de que Seton I Miller escribiera una historia básicamente nueva llamada “Mendigos del mar” basada en Sir Francis Drake. Sin embargo, el nombre de Sabatini todavía se usaba en materiales promocionales, ya que se consideró que tenía valor comercial. Howard Koch luego volvió a trabajar el guión de Miller manteniendo la estructura básica y la historia.
En el momento del rodaje Inglaterra estaba en guerra contrala Alemania nazi en Europa, oficialmente USA era neutral, pero había mucha corriente de opinión proclive a intervenir en apoyo de Reino Unido. Por lo que se aprovecha la historia para ejercer paralelismos nada disimulados, haciendo del Imperio de España la Alemania del 1940, convirtiendo a la Luftwaffe germana, que bombardeaba Londres todas las noches en la Armada Española. Esto atomizado en la apertura de la película cuando vemos la sombra del rey Felipe II (clara alegoría de Hitler) sobre un mapa del mundo, que se jacta de que pronto será un mapa de España. Esto para contribuir a la moral durante la WWII e influir en el público estadounidense para que tenga perspectiva más pro-británica. El discurso de la Reina al final de la película tenía la intención de inspirar a la audiencia británica, que ya estaba sumergida en la Segunda Guerra Mundial. Las sugerencias de que era deber de todos los hombres libres defender la libertad, y que el mundo no pertenecía a ningún hombre (una insinuación obvia del deseo de Hitler de conquistar Europa). Cuando Thorpe dice que "España está en guerra con el mundo", hay que cambiar España por Alemania. Cuando la orgullosa Elizabeth clama contra "la despiadada ambición de un hombre" que "amenaza con envolver al mundo", donde pone hombre hay que traducir en el contexto que se refiere a Adolf Hitler. En el epílogo la reina Isabel advierte que "cuando la ambición despiadada de un hombre amenaza con envolver al mundo, se convierte en la solemne obligación de todos los hombres libres de afirmar que la Tierra no pertenece a ningún hombre, sino a todos, y que la libertad es el hecho y título del alma en la que existimos". Está llamando a unirse a ellos (los británicos) a los entonces neutrales Estados Unidos.
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Spoiler:
Film que además de su clara influencia del “Capitan Blood”, hay dos más en la mezcla con Errol Flynn (todas ellas de la Warner, dirigidas por Michael Curtiz, con patrón similar, y con espectacular música de Erich Wolfgang Korngold), como el estrenado el año anterior (1939) "La vidas privada de Elizabeth y Esssex", en que Elizabeth I (ahora Flora Robson) solicita la ayuda del corsario Geoffrey Thorpe (pícaro remedo de Essex) para proteger a Inglaterra contra un intimidante diplomático español (imagen intrigante del Príncipe John, de "Las aventuras de Robin Hood"). Thorpe depende de la ayuda de su leal primer compañero, Pitt (Alan Hale con su remedo de Little John, de "Robin Hood"), la confianza de Elizabeth se le da al leal Sir John Burleson (remedo del Sir Francis Bacon, de "Elizabeth y Essex"), mientras la señorita Martha Latham (remedo de la Bess criada Marian, de "Robin Hood" encarnada en ambos casos por Una O’Connor), mantiene en secreto el romance entre Doña María y Thorpe
Flynn en todo su esplendor derrocha energía y vitalidad, héroe noble y romántico con sonrisa encantadora, electrizante en escenas de acción, Flynn y punto; Flora Robson maravillosa en cada regia aparición; Brenda Marshall como interés amoroso del capitán Thorpe es presencia blandita y totalmente cercenable sin que la trama se resienta; Alan Hale notable siempre con esa química chispeante con Flynn (labrada en 13 films con su amigo: Adventures of Robin Hood, Dawn Patrol, Private Lives of Elizabeth and Essex, Adventures of Don Juan, Prince and the Pauper, Dodge City, Santa Fe Trail, Virginia City, Footsteps in the Dark, Desperate Journey, Gentlemen Jim, Sea Hawk, The Sisters); Una O'Connor radiante en su expresividad histriónica; Claude Rains se nota en su salsa de viscoso ‘villano’, con ese esperpéntico toque del tupé, tiene imán para la cámara, parece flotar en cada escena, con esa sonrisa perversa, excelente (cuando no?); Henry Daniell el intrigante Lord Wolfingham resulta un tando débil como oponente de Flynn, hubiera hecho falta un antagonista de más calibre.
Puesta en escena en modo dual, empezando por la (nominada al Oscar) dirección artística de Anton Grot (“El capitán Blood”), por un lado está la vertiente marítima, sensacional en los navíos construidos para el rodaje, con los realistas interiores de los barcos, rodándose esto en Laguna Beach (California-USA), con esa veraz recreación de Panamá en Point Mugu (California-USA), con ese espectacular manejo de las masas en los abordajes y peleas. Por otro lado está la recreación de los palacios, recreados en los Warner Brothers Burbank Studios (California-USA), ampulosos sí, pero oliendo a más falsos que un billete de 2 euros y medio, parecen tener un neón encima que dice somos cartón piedra; Destaca también el vistoso (y pomposo) vestuario creado por Orry-Kelly (tri-oscarizado: “Some Like It Hot”, “Les Girls” y “An American in Paris”); Todo esto enaltecido por la vigorosa fotografía en glorioso b/n de Sol Polito (“Robin de los Bosques”), amoldándose a la acción cual guante, en tomas generales sublimes, como en el brillante duelo climático jugando con las sombras para enaltecer las figuras de los contrincantes, así como formidable en las alegorías visuales, como la proyección de la sombra de Felipe II sobre el mapamundi, rezumando originalidad en el tramo de Panamá para emitir clima sudoroso con los tonos sepia; Pasando a la historia la adrenalítica música de Eric W. Korngold (“Robin de los Bosques”), fanfarrias y ritmos de orquesta te hacen enardecer en su épica epidérmica, considerada una las composiciones mejores de la historia del cine.
Producto escapista ligero. Fuerza y honor!!!
P.D. Tuvo 4 nominaciones a los Oscar (película, efectos especiales, decorados y sonido)
P.D. No es creíble a un pirata como este Geoffrey Thorpe lo atrapen los españoles y no lo condenen a muerte, un insulto a la intreligencia.
Flynn en todo su esplendor derrocha energía y vitalidad, héroe noble y romántico con sonrisa encantadora, electrizante en escenas de acción, Flynn y punto; Flora Robson maravillosa en cada regia aparición; Brenda Marshall como interés amoroso del capitán Thorpe es presencia blandita y totalmente cercenable sin que la trama se resienta; Alan Hale notable siempre con esa química chispeante con Flynn (labrada en 13 films con su amigo: Adventures of Robin Hood, Dawn Patrol, Private Lives of Elizabeth and Essex, Adventures of Don Juan, Prince and the Pauper, Dodge City, Santa Fe Trail, Virginia City, Footsteps in the Dark, Desperate Journey, Gentlemen Jim, Sea Hawk, The Sisters); Una O'Connor radiante en su expresividad histriónica; Claude Rains se nota en su salsa de viscoso ‘villano’, con ese esperpéntico toque del tupé, tiene imán para la cámara, parece flotar en cada escena, con esa sonrisa perversa, excelente (cuando no?); Henry Daniell el intrigante Lord Wolfingham resulta un tando débil como oponente de Flynn, hubiera hecho falta un antagonista de más calibre.
Puesta en escena en modo dual, empezando por la (nominada al Oscar) dirección artística de Anton Grot (“El capitán Blood”), por un lado está la vertiente marítima, sensacional en los navíos construidos para el rodaje, con los realistas interiores de los barcos, rodándose esto en Laguna Beach (California-USA), con esa veraz recreación de Panamá en Point Mugu (California-USA), con ese espectacular manejo de las masas en los abordajes y peleas. Por otro lado está la recreación de los palacios, recreados en los Warner Brothers Burbank Studios (California-USA), ampulosos sí, pero oliendo a más falsos que un billete de 2 euros y medio, parecen tener un neón encima que dice somos cartón piedra; Destaca también el vistoso (y pomposo) vestuario creado por Orry-Kelly (tri-oscarizado: “Some Like It Hot”, “Les Girls” y “An American in Paris”); Todo esto enaltecido por la vigorosa fotografía en glorioso b/n de Sol Polito (“Robin de los Bosques”), amoldándose a la acción cual guante, en tomas generales sublimes, como en el brillante duelo climático jugando con las sombras para enaltecer las figuras de los contrincantes, así como formidable en las alegorías visuales, como la proyección de la sombra de Felipe II sobre el mapamundi, rezumando originalidad en el tramo de Panamá para emitir clima sudoroso con los tonos sepia; Pasando a la historia la adrenalítica música de Eric W. Korngold (“Robin de los Bosques”), fanfarrias y ritmos de orquesta te hacen enardecer en su épica epidérmica, considerada una las composiciones mejores de la historia del cine.
Producto escapista ligero. Fuerza y honor!!!
P.D. Tuvo 4 nominaciones a los Oscar (película, efectos especiales, decorados y sonido)
P.D. No es creíble a un pirata como este Geoffrey Thorpe lo atrapen los españoles y no lo condenen a muerte, un insulto a la intreligencia.