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TOM REGAN rating:
8
8.2
13,562
Drama
It has been three years since the most important Nazi leaders had already been tried. This trial is about four Judges who used their offices to conduct Nazi sterilization and cleansing policies. Retired American Judge, Dan Haywood, has a daunting task ahead of him. The Cold War is heating up and no one wants any more trials as Germany, and allied Governments, want to forget the past. But is that the right thing to do is the question that the tribunal must decide. [+]
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- es
September 10, 2015
2 of 4 users found this review helpful
138/15(22/08/15) Más que notable film, valiente obra, radiografía con equilibrio la Alemania nazi por dentro, pone su aguijón sobre los que consintieron por seguidistas u omisión las primeras atrocidades del régimen hitleriano, lo cual dio pie a la barbarie que siguió, creyéndose impunes ante el tsunami de monstruosidades que llegarían con la WWII, siendo una mancha imborrable para nuestra historia, con una Guerra que provocó 60 millones de muertos, por primer vez en la Historia una Guerra provocaba más víctimas civiles que militares, entre ellas la infamia del Holocausto que se llevó a más de seis millones de judíos por delante sin más motivo que profesar una religión. El hábil guión de Abby Mann (“Kojak”) da argumentos a todas las partes para poder defender y atacar, plantea conflictos profundos sobre el sentido del deber y sobre la moralidad final de nuestros actos, sobre si somos dueños de lo que hacemos, se hace con la objetiva perspectiva de realizarse 15 años después de acabado el conflicto, lo cual da distancia y mesura sin entrar en caricaturas. Fue nominada a 11 Oscar, Maximilian Schell ganó a Mejor Actor, y Abby Mann ganó Guión Adaptado. Film con un perfil tan humanista que muchos de los actores de renombre que aparecen lo hacen por salario mínimo.
El guión de Abby (judío) se basa libremente en el llamado Juicio de los Jueces (spoiler), parte de los Juicios de Nuremberg, hubo 12 y este es 1 de ellos. Se centra en si un juez por el hecho de ser supuesto instrumento al servicio del estado, se debe convertir en máquina sin sentimientos, o por el contrario debe resistirse a hacer cumplir las leyes por injustas, por más que sean leyes, ponen el foco en 2 casos que manan de las Leyes de Núremberg de 1935, en ellas se hacía hincapié en la esterilización de los indeseables, y en otro apartado se castigaba a las parejas de judíos y gentiles que mantuvieran relaciones sexuales. Se juzga a los jueces que impartieron justicia e hicieron acatar estas deleznables leyes, se analiza con rigor y mesura el contexto político en que se promulgaron, se da cancha al fiscal y al defensor, se navega con ambigüedad por la fina línea que separaba el patriotismo y el sentido del deber, se versa sobre si el hombre puede hacer valer su individualidad y negarse en pos de una justicia Universal y Humanista, o es parte de una cadena insensible, se maximiza con ponderación sobre si un país es responsable total de las salvajadas que cometen sus autoridades, sobre si se puede hacer culpable a una nación del Infierno que allí se instaló. El guión está salpicado de algunos soliloquios turbadores, hacen el espectador se quede atrapado por su intensidad y su fuerza dramática, esto el director lo hace con ritmo tan fluido que sus tres horas se pasan sin que te enteres.
Se analiza la conciencia individual maximizada a la colectiva, el tema de si se puede llegar a perdonar a un país por sus brutalidades cometidas, y si es posible, cuánto tiempo hace falta? Un año, cinco, un siglo? Nos habla de los sentimientos de culpa de toda una nación, se hacen juicios individuales que se confunden con el que sufre el pueblo, los dos son juzgados, hasta dónde deben llegar para expiar sus pecados, chocan en un ring nebuloso la dignidad frente a la fría legalidad.
Presenta un dilema moral de gran profundidad, chocan la legalidad y la moralidad, la legalidad es un bloque de piedra sin sentimientos, pero tallado por hombres, la moralidad es algo que una persona en su individualidad debe calibrar hasta donde llega, esto la hace compleja y con vértices. Todo narrado con ecuanimidad, sin caer en la caricatura de buenos y malísimos, se hace un valiente juego de réplicas y contrarréplicas, da pie al defensor a manejar evidencias de enorme peso para contrarrestar las acusaciones: Para equilibrar el tema de las esterilizaciones se da el dato sangrante de que en la Corte Suprema de Justicia, un juez impulsó algo parecido, más elementos, como el concordato Alemania-Vaticano, que los nazis utilizaron internacionalmente como acto de reconocimiento a su régimen, o el pacto de 1939 nazi-soviético, que propicio la invasión alemana al oeste de Polonia (el este lo invadió la URSS), o los más que discutibles bombardeos atómicos a Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945,yo pondría de mi cosecha, con respecto al racismo, que en esos años en USA, en varios estados del sur, se mantenía la segregación racial de los negros, o los salvajes bombardeos sinsentido americano-británico a Dresden, con miles de muertos civiles, cuando el signo de la Guerra estaba decidido, o la masacre soviética en Katyn, donde los invasores de la URSS ejecutaron sumariamente apx. a 21000 polacos en la primavera de 1940, todo esto queda aplastado por la película (real) que pone el fiscal sobre al Holocausto en los campos de concentración.
Se reflexiona sobre los orígenes de la Barbarie, el Genocidio comenzó con pequeñas injusticias, con muertes individuales, para dar paso a las acciones en masa, nos dice que para llegar millones de asesinatos se empieza por uno, se empezó en actos dentro de sus fronteras, para después explotarlo en sus invasiones, se necesita de los actores pasivos tanto como a fanáticos para que esto arraigue como algo banal.
De las primeras cintas en exponer crudamente imágenes reales de las masacres que se produjeron en los campos de exterminio, películas rodadas por americanos y británicos en su liberación, montones de cadáveres desnudos amontonados y arrastrados por tractores a fosas, cuerpos tan delgados que no parecen humanos, ponen la piel de gallina pensar que ha habido personas capaces de infringir tanto dolor, secuencia polémica en su momento por su crudeza gráfica. (sigue en spoiler)
El guión de Abby (judío) se basa libremente en el llamado Juicio de los Jueces (spoiler), parte de los Juicios de Nuremberg, hubo 12 y este es 1 de ellos. Se centra en si un juez por el hecho de ser supuesto instrumento al servicio del estado, se debe convertir en máquina sin sentimientos, o por el contrario debe resistirse a hacer cumplir las leyes por injustas, por más que sean leyes, ponen el foco en 2 casos que manan de las Leyes de Núremberg de 1935, en ellas se hacía hincapié en la esterilización de los indeseables, y en otro apartado se castigaba a las parejas de judíos y gentiles que mantuvieran relaciones sexuales. Se juzga a los jueces que impartieron justicia e hicieron acatar estas deleznables leyes, se analiza con rigor y mesura el contexto político en que se promulgaron, se da cancha al fiscal y al defensor, se navega con ambigüedad por la fina línea que separaba el patriotismo y el sentido del deber, se versa sobre si el hombre puede hacer valer su individualidad y negarse en pos de una justicia Universal y Humanista, o es parte de una cadena insensible, se maximiza con ponderación sobre si un país es responsable total de las salvajadas que cometen sus autoridades, sobre si se puede hacer culpable a una nación del Infierno que allí se instaló. El guión está salpicado de algunos soliloquios turbadores, hacen el espectador se quede atrapado por su intensidad y su fuerza dramática, esto el director lo hace con ritmo tan fluido que sus tres horas se pasan sin que te enteres.
Se analiza la conciencia individual maximizada a la colectiva, el tema de si se puede llegar a perdonar a un país por sus brutalidades cometidas, y si es posible, cuánto tiempo hace falta? Un año, cinco, un siglo? Nos habla de los sentimientos de culpa de toda una nación, se hacen juicios individuales que se confunden con el que sufre el pueblo, los dos son juzgados, hasta dónde deben llegar para expiar sus pecados, chocan en un ring nebuloso la dignidad frente a la fría legalidad.
Presenta un dilema moral de gran profundidad, chocan la legalidad y la moralidad, la legalidad es un bloque de piedra sin sentimientos, pero tallado por hombres, la moralidad es algo que una persona en su individualidad debe calibrar hasta donde llega, esto la hace compleja y con vértices. Todo narrado con ecuanimidad, sin caer en la caricatura de buenos y malísimos, se hace un valiente juego de réplicas y contrarréplicas, da pie al defensor a manejar evidencias de enorme peso para contrarrestar las acusaciones: Para equilibrar el tema de las esterilizaciones se da el dato sangrante de que en la Corte Suprema de Justicia, un juez impulsó algo parecido, más elementos, como el concordato Alemania-Vaticano, que los nazis utilizaron internacionalmente como acto de reconocimiento a su régimen, o el pacto de 1939 nazi-soviético, que propicio la invasión alemana al oeste de Polonia (el este lo invadió la URSS), o los más que discutibles bombardeos atómicos a Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945,yo pondría de mi cosecha, con respecto al racismo, que en esos años en USA, en varios estados del sur, se mantenía la segregación racial de los negros, o los salvajes bombardeos sinsentido americano-británico a Dresden, con miles de muertos civiles, cuando el signo de la Guerra estaba decidido, o la masacre soviética en Katyn, donde los invasores de la URSS ejecutaron sumariamente apx. a 21000 polacos en la primavera de 1940, todo esto queda aplastado por la película (real) que pone el fiscal sobre al Holocausto en los campos de concentración.
Se reflexiona sobre los orígenes de la Barbarie, el Genocidio comenzó con pequeñas injusticias, con muertes individuales, para dar paso a las acciones en masa, nos dice que para llegar millones de asesinatos se empieza por uno, se empezó en actos dentro de sus fronteras, para después explotarlo en sus invasiones, se necesita de los actores pasivos tanto como a fanáticos para que esto arraigue como algo banal.
De las primeras cintas en exponer crudamente imágenes reales de las masacres que se produjeron en los campos de exterminio, películas rodadas por americanos y británicos en su liberación, montones de cadáveres desnudos amontonados y arrastrados por tractores a fosas, cuerpos tan delgados que no parecen humanos, ponen la piel de gallina pensar que ha habido personas capaces de infringir tanto dolor, secuencia polémica en su momento por su crudeza gráfica. (sigue en spoiler)
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
Spencer Tracy con actuación muy sentida, tranquila serena, introspectiva, emite dignidad y sabiduría, veteranía, observador que absorbe lo que ve, pondera con rigor, con expresivas miradas, excelente. Maximilliam Schell extraordinario como defensor, sublime en oratoria, desgarrador en argumentaciones, vibrante en su defensa atacante, no solo defiende a los acusados, sino a todo un país, lo hace con pasión y vehemencia magnífica, consiguió el Oscar a mejor actor, quinto en los créditos del film, el que más bajo ha alcanzado el premio. Lancaster grande en su rol de carismático ex juez, habla poco, cuando lo hace la pantalla arde, acusado que se expresa en sus lapidarios silencios, sus punzantes miradas, y sobre todo en sus explosiones de ira, convincente en papel tipo bueno arrastrado al mal, colosal cuando el abogado defensor acosa a Judy Garland y se pone de pie y estalla <Es que vamos a empezar de nuevo?>. Montgomery Clift secundario, deja huella por su capacidad de emocionar, de sensibilizarnos, solo aparece en una escena-interrogatorio y conmueve, rebosa autenticidad su inquietud y nerviosismo, gran parte de su interpretación fue improvisada. Judy Garland está entrañable y muy emotiva, emite angustia existencial de su personaje de modo veraz. Richard Widmark borda con arrebato y gran energía a su fiscal, tipo dolido por lo visto en la guerra, sobre todo en los campos de exterminio, espléndido cuando al juez Haywood, le espeta que en Alemania no ha habido nazis, que fueron invadidos por esquimales que si lo eran, muy mordaz comentario. Marlene Dietrich excelsa da vida con rabia, fortaleza y mucho orgullo a la resentida viuda de un militar alemán de abolengo, con una pose regia, adusta, de nobleza, estupenda.
Puesta en escena sobria, pulcra, enfocada a dejar las emociones fluyan de modo natural, estupendo diseño de producción de Rudolph Sternad (“Solo ante el peligro”), rodándose en exteriores en Núremberg (RFA), en el Reichsparteitag area, donde los nazis celebraban sus fastos, también en Berlín Occidental, y en interiores en los Estudios Universal City Plaza (California), consigue gran realismo y veracidad, realzado por la magnífica fotografía en glorioso b/n del húngaro Ernest Laszlo (“Traidor en el infierno”), dorando a los fotogramas de autenticidad cuasi-documental, capta la esencia expresiva de sus extraordinarios actores, con suaves zooms para remarcar el dramatismo, con sugestiva gama de grises que imprimen emociones, con prodigiosos primeros planos, gran elegancia, todo adornado por la sensible y nada intrusiva música del austriaco Ernest Gold (“La Cruz de Hierro”), ayuda a canalizar sensaciones, turbadoras marchas militares con que abre y cierra el film..
Spoiler:
No puedo resaltar buenos momentos por el límite caracteres, solo indicaré el que da sentido a todo el relato: Haywood visita a Jannig en su celda, el preso le ruega le crea él no sabía nada del Holocausto, Haywood le espeta <Herr Janning, se llegó a eso la primera vez que sentenció a muerte a un hombre sabiéndolo inocente.>.
El guión se basa libremente en el llamado Juicio de los Jueces, tercero de los doce juicios por crímenes de guerra, a diferencia del de los altos dirigentes nazis este fue juzgado únicamente por los estadounidenses, aunque en el mismo Palacio de Justicia de Núremberg, el juicio abarcó del 5 de marzo al 4 de diciembre de 1947, en este fueron juzgados 14 jueces germanos, varios de ellos absueltos (en el film todos son declarados culpables), y casi todo el resto fueron excarcelados a principio de los 50, incluso obtuvieron pensiones de la RFA.
Muy recomendable obra, deberían ser de visión obligatoria a los jóvenes, con claro mensaje de que el Atroz Holocausto comenzó por injusticias individuales, de cómo el sistema necesita de de personas asépticas que lo hagan cumplir. Fuerza y honor!!!
Critica sesgada por el límite de caracteres, ver íntegra en: http://tomregan.blogspot.com/2015/09/vencedores-ovencidos.html
Puesta en escena sobria, pulcra, enfocada a dejar las emociones fluyan de modo natural, estupendo diseño de producción de Rudolph Sternad (“Solo ante el peligro”), rodándose en exteriores en Núremberg (RFA), en el Reichsparteitag area, donde los nazis celebraban sus fastos, también en Berlín Occidental, y en interiores en los Estudios Universal City Plaza (California), consigue gran realismo y veracidad, realzado por la magnífica fotografía en glorioso b/n del húngaro Ernest Laszlo (“Traidor en el infierno”), dorando a los fotogramas de autenticidad cuasi-documental, capta la esencia expresiva de sus extraordinarios actores, con suaves zooms para remarcar el dramatismo, con sugestiva gama de grises que imprimen emociones, con prodigiosos primeros planos, gran elegancia, todo adornado por la sensible y nada intrusiva música del austriaco Ernest Gold (“La Cruz de Hierro”), ayuda a canalizar sensaciones, turbadoras marchas militares con que abre y cierra el film..
Spoiler:
No puedo resaltar buenos momentos por el límite caracteres, solo indicaré el que da sentido a todo el relato: Haywood visita a Jannig en su celda, el preso le ruega le crea él no sabía nada del Holocausto, Haywood le espeta <Herr Janning, se llegó a eso la primera vez que sentenció a muerte a un hombre sabiéndolo inocente.>.
El guión se basa libremente en el llamado Juicio de los Jueces, tercero de los doce juicios por crímenes de guerra, a diferencia del de los altos dirigentes nazis este fue juzgado únicamente por los estadounidenses, aunque en el mismo Palacio de Justicia de Núremberg, el juicio abarcó del 5 de marzo al 4 de diciembre de 1947, en este fueron juzgados 14 jueces germanos, varios de ellos absueltos (en el film todos son declarados culpables), y casi todo el resto fueron excarcelados a principio de los 50, incluso obtuvieron pensiones de la RFA.
Muy recomendable obra, deberían ser de visión obligatoria a los jóvenes, con claro mensaje de que el Atroz Holocausto comenzó por injusticias individuales, de cómo el sistema necesita de de personas asépticas que lo hagan cumplir. Fuerza y honor!!!
Critica sesgada por el límite de caracteres, ver íntegra en: http://tomregan.blogspot.com/2015/09/vencedores-ovencidos.html