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LibertyVallance rating:
10
Western Congressman Ransom Stoddard (James Stewart) returns with his wife Hallie (Vera Miles) to the tiny town of Shinbone to bury an old friend, Tom Doniphon (John Wayne), and tells reporters the truth about how he came to be known as 'the man who shot Liberty Valance.' Many years before, as a dishwasher and aspiring lawyer, Ransom had encouraged Shinbone to stand up against the highwayman Valance (Lee Marvin), a thug who also enforced the ... [+]
Language of the review:
  • es
January 31, 2008
43 of 48 users found this review helpful
La verdad es que sigo sin tener muy claro cuál de esos capullos fue el que me mandó al otro barrio. Pero, puestos a palmarla, que al menos la historia sea buena y esté contada con la grandeza y el talento del que siempre hace gala el viejo John Ford. “Imprime la leyenda, imprime la leyenda”...!Cabronazo¡

El comandante Ford, entrado ya en los 60, pasa revista con los ojos bien abiertos a dos de sus grandes pasiones: los mitos del western y la democracia americana. Y lo hace no desde su mirada habitual sino a través de la pupila de un Jimmy Stewart de vuelta de todo y un tanto cansado. Primer acierto de la película: Stewart, que no era de los habituales de Ford, representaba como nadie al americano medio. Es a través de su mirada resabiada, ambigua y un tanto escéptica que decide mirar Ford. Y lanzar sus dardos.

El salvaje Oeste, con sus sheriffs, indios, pistoleros, su lucha descarnada por la supervivencia, tiroteos y cabelleras despellejadas; una vez cumplido su rol histórico de abrir paso al naciente capitalismo yanqui, retira al séptimo de cabellería y entrega las llaves de la ciudad a la división de poderes, las elecciones, la Constitución, la Cámara de Representantes y la Quinta Enmienda. Al menos eso es lo que cuentan.

“Imprime la leyenda”. Sin duda, Ford fue uno de los que con más hermosas palabras e imágenes la imprimieron. Sin embargo, con el paso del tiempo, el sueño americano se ve algo menos lustroso y más arrugado que en sus años mozos de Lincolns, Jeffersons y promesas.

El comandante Ford paladea su penúltimo whisky, se sienta tranquilamente en la mecedora y pasa su mirada de viejo, sincero y (quizá) también algo cansado patriota americano por su sueño. Sin renunciar a ninguna de sus viejas ideas pero levantando acta de su erosión y miserias. Recitando igual de deslumbrante que siempre su poema de planos pero sin ocultar ninguna estridencia.

Y su cámara de artista honesto dibuja un relato claroscuro, de sueños y contradicciones, de mitos y vidas impostadas que el autor, al mismo tiempo que explica y adorna, denuncia. Aproximación al western crepuscular cuando nada insinúa el crepúsculo del western.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details. View all
LibertyVallance
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