Hitchcock se toma unas vacaciones de ser buen director para grabar los ligoteos intrascendentes del asesinable Cary Grant (aquí especialmente repulsivo con un pañuelo de lunares horrendo en el cuello cual si tuviese anginas permanentes o quisiera adoptar un look mediterráneo que le cae como el culo) y una Grace Kelly muy glamurosa que demuestra que para interpretar a un florero high society, nada mejor que un intensivo entrenamiento desde la más tierna infancia. Ambos se persiguen y se encuentran en un filme bastante tontorrón que va de que el monarca de las muecas idiotas persigue a la emperatriz de las interpretaciones vacías por los tejados de la Riviera bajo el improbable supuesto de que la muchacha sea una ladrona de alto standing. Entre medias quedó para la historia esta escena:

[Grace se acerca insinuantemente a Cary Grant con un pollo en la mano o algo por el estilo. Y con un gesto felino y sexy, le espeta:]

"-¿MUSLO O PECHUGA?"

Cómo en plan ¿qué prefieres? ¿hincarme el diente en los jamonacos o en el escote?. La proposición, del todo barriobajera y bastorra, deja en shock a todo el mundo porque no te pega nada una chica tan fina como Grace soltando esas barbaridades. (A esto alguno le llamó "sutil doble sentido". Me parto). Pero el pañuelo de lunares de Cary Grant ya nos ha dado una pista sobre sus más que probables preferencias sexuales: lástima que Hitchcock se contuviese para que el divo no soltase un: "PREFIERO ESPOLÓN, GRACIAS".

En fin, que si quieres ver a Cary haciendo el imbécil y a Grace ejerciendo de maniquí de lujo en una peli que en realidad no cuenta nada, no te la pierdas.