Nada, nada, no os tragueis que esto es un peliculón, ni un alegato humanista revindicando los buenos valores y las virtudes del alma humana. Es una peliculita que ya hemos visto una y mil veces: muchachito malcriado de ciudad que ha de pasar una temporada en el campo a cargo de su anciana abuela, al principio se comporta como un demonio y poco a poco va cambiando... ¡Venga hombre!, si al minuto de la película ya sabes como va a ser el final... Relato totalmente plano, sin bien debemos elogiarle el no ser nada pretencioso y ser honesto con su planteamiento ofreciéndonos una historia sencilla y en la que el papel de la abuela (por su paciencia, por el amor hacia su nieto, por su humildad, por su humanidad) es lo más destacado de un film que no pasará a las estanterías nobles del séptimo arte.