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Argentina Argentina · Buenos Aires
PepePalermo rating:
8
Drama In 1860, having helped France solve the problem of sour wine, chemist Louis Pasteur turns to the dangers of childbirth: 20,000 Paris women were dying annually. His germ theory and recommendation that doctors wash their hands and sterilize their instruments meet with derision in the academy, and the emperor himself orders Pasteur to be silent. Ten years later, needing cash to pay for war losses, the government finds that anthrax is ... [+]
Language of the review:
  • es
January 17, 2013
6 of 6 users found this review helpful
El cine es entretenimiento, la vida personal es un entretenimiento entre dos nadas y en ella algo hacemos. Algunos cultivan la tierra, otros producen maquinarias, todos o casi todos hacemos el amor y la especie humana continúa.

¿Progresa la humanidad? Esta película pareciera mostrar que sí. Los humanos tienen la posibilidad de conocer al mundo al actuar en él y tener conciencia de ello.

Prejuicios, juicios, racionalidad, sentimientos, ciencia y creencias son un espeso follaje en el que con luces y sombras se matiza la existencia humana. Esta película pareciera aludir a ello.

Recién la veo y tiene tantísimos años, me alegro por mí, pero cuántos no parecen haberla visto, mi deseo sería invitarlos a verla, enseña tanto, permite pensar sobre tantas cosas, quizás cada uno de los que la vean pueda hacer su propio repertorio, yo expongo el mío.

Es una historia de amor, bellamente contada, en blanco y negro, sin la fortuna o el riesgo de los colores pero con la hondura dramática que la buena dirección supo darle.

Debiera ser proyectada en los colegios, en los lugares de formación de las personas para la vida. Debieran los profesores, a ellos mismos primero, preguntar sobre el conocimiento científico, sobre la persistencia de los paradigmas establecidos, sobre la posibilidad de estar preparado para la novedad, la novedad que otro trae, o la propia novedad a la que uno no debe negarse y atender.

La ciencia no es nada acabado, es terreno de contundencias y a la vez precarias respuestas, según cuente lo inmediato o atendamos a la continuidad cambiante del conocimiento frente a la praxis.

Entre las manos que se lavaba Pilatos y las manos que se negaban a lavar los médicos se abren las posibles respuestas humanas, nada de lo que pasa deja de poder ser significado y mejorado según el criterio humano, es necesario saber donde pisar y también arriesgarse a las baldosas flojas si se quiere seguir caminando.

Pasteur no era médico pero se permitía pensar lo que ocurría y no simplemente repetir lo aprendido.

Pasteur sabía que en la realidad objetiva, es donde reside la posibilidad de aumentar lo conocido. No repetía o se respondía con lo sabido y por el contrario atendía a lo que ocurría. Los médicos, técnicos repetidores de la tradición no pensaban al actuar. Actuaban y lamentaban los resultados pero no se inquietaban, debiendo proceder como científicos se consolaban como religiosos.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details. View all
PepePalermo
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