Película de animación japonesa muy entretenida y con un profundo mensaje ecologista.

El estudio Ghibli se marca otro tanto, y son muchos, al hacer está película que gustara por igual a niños que a mayores con espíritu abierto.

Lo que más destacaría es el planteamiento original de la película, a los 10 minutos ya estas enganchado y aunque hay momentos que el ritmo decae un poco, no dejas de seguir a la expectativa esperando a ver por donde te sorprenden.

El argumento de fondo no es nuevo, pero la forma de tratarlo y la cantidad de situaciones divertidas y entrañables hacen única esta cinta. Con dosis justas de drama para dar consistencia tiene un final algo triste, sin caer en finales felices absurdos que a veces estropean el conjunto.

Un dibujo muy bueno, como siempre y la música acompaña fenomenal. Lo mejor la originalidad.

Mejor no contar nada del argumento y verla, vale la pena.