No sé muy bien de que iba el cine en los 70 (yo nací en el 78), pero por algunas joyas que he visto, ésta película no creo que represente lo mejor del cine de ésa época.

Gran calificación en los portales de recopilación de calificaciones, inmejorables calificaciones de profesionales y entusiastas críticas de cinéfilos aficionados parecían honrar una estupenda película digna de ver. ¡Que fiasco! Se cumple la premisa de que las grandes críticas no son infalibles.

No quiero perder mucho tiempo en escribir ésta crítica (ya me perdí dos horas y media de mi vida viendo éste fiasco)

No busquen exactitud histórica porque NO LA HAY. Si bien es cierto está basada en una historia real, se han omitido muchos episodios valiosos de la historia original y se han agregado elementos ficcionales de escasa ocurrencia y ayuda al guion.

El montaje por momentos es obsceno, lástima que no se puedan adjuntar imágenes aquí, pero la escena en que un preso es guillotinado es un derroche de vulgaridad, desde que el preso es trasladado zapateando e insultando en castellano, hasta el momento en que es guillotinado, cambiando así sin más la imagen del reo real por la cabeza de un muñeco visiblemente berreta al que no se esforzaron ni un tanto para hacer que se parezca al actor en cuestión.

El guion, que aparece reseñado como la octava maravilla del cine, no llega a las 5000 palabras pronunciadas en toda la película (4913 en la versión doblada al castellano), paupérrimo si estamos hablando de un metraje de 2:30 horas de duración. Hablar más no significa que sea mejor. Pero acá menos es también peor. La falta de diálogos y el abuso de monosílabos dejan lagunas de silencio que no aportan ni suspenso ni ningún otro recurso narrativo y que termina siendo tan soporífero como el aislamiento en solitario, que paradójicamente se caracteriza por el supuesto “silencio” dentro de sus muros.

La música tampoco rellena esos silencios para sobrellevar las dos horas y media, solo por momentos me di cuenta que aparecía en contadas situaciones y no destaca en lo absoluto. Otro ítem sobrevalorado por la crítica.

Las actuaciones son de pacotilla, para nada memorables. Los secundarios son de medio pelo para abajo, mientras que de la dupla protagónica, solo salva la ropa Steve McQueen. Dustin Hoffman sobreactúa de tal forma que su papel nunca me resultó creíble, sus movimientos torpes y exagerados parecían más destinados a una película muda que a lo que requería su personaje.

Con todo lo dicho, en lo personal, se me hace imposible argüir una buena crítica al director. Francamente son muchos los errores y en varios puntos cruciales para una producción de éste tipo, me queda la sensación de que el director no se ha tomado muy en serio su labor aquí.

En fin, poco compromiso con la historia real, flojas actuaciones, diálogos mezquinos, guion poco desarrollado, escenas inútiles y una duración innecesaria = PAPELON. Película prescindible y fácilmente olvidable.

Ah, casi lo olvidaba, Steve McQueen hace lo que sabe en éste laaaaargometraje. De lo poco rescatable de la película. Punto para él.