Interesante, ingeniosa, endeble, simpática, emocionante, reflexiva, desenfadada, dinámica, aparatosa y decepcionante producción de aventuras apoyada en una trama de espionaje interesante que no me ha llegado a convencer.

Raoul Wash, se apoya en un famosa adaptación literaria y trata de sacar el máximo partido de la presencia de sus dos estrellas protagonistas, pero en algún momento se deja llevar por el entusiasmo y se olvida de dar un cierre medianamente satisfactorio.

El esquema argumental y la forma de presentarlo no resultan convincentes, haciendo que todo se desarrolle a de una forma intermitente. En líneas generales, puedo decir que me ha decepcionado. Puede que en otras manos y con un mejor tratamiento del relato original, la película hubiera funcionado mejor, pero por desgracia queda en un quiero y no puedo por parte de su director, Raoul Walsh.

Los gavilanes del estrecho, queda como una fallida producción de espionaje y aventuras, que no llega a conquistar todos los géneros por los que se pasea.