Básica, sencilla, televisiva, concreta, directa, interesante, floja e insulsa producción que recrea y recoge los sucesos y movimientos que llevó a cabo Ed Gein, uno de los asesinos en serie más brutales y desequilibrados de la historia criminal de los Estados Unidos. Historia de un personaje que Alfred Hitchcock llevó al cine en una de sus grandes obras maestras, Psicosis.
La película tiene un tono de producción televisiva pobre y no ofrece grandes interpretaciones, ni una gran calidad técnica, pero tiene una forma de explicar el desarrollo de los acontecimientos, sencillo, directo y eficaz, en una historia siniestra, enfermiza y macabra que no deja indiferente.
Trastornado, queda como un producto correcto e interesante que consigue ser tan inquietante como macabro, sin abusar de las escenas sangrientas.