Una idea muy simple. Podría funcionar. Pero en cada una de las chances para humor toman el camino más "barato", simple, vulgar o estúpido. En cada oportunidad. A medida que avanza el film, se hace más y más holgazán y descerebrado. Como hecha sin ganas, para ver si podían hacer dinero fácil, más que un intento fallido de corazón.

El concepto sólo de cambio de vidas entre un soltero mujeriego sin responsabilidades y el "típico hombre blanco de clase media norteamericano casado, con un trabajo estable e hijos" quizás sea suficiente para sketchs the SNL ("Saturday Night Live"), pero no para toda una película. Menos aún con el habitualmente horrible Jason Bateman y el todavía no completamente asentado Ryan Reynolds.

Quizás otros comediantes podrían haber hecho todas las escenas más divertidas con el mismo guion, pero lo dudo. Lo cierto es que esta película no es ni siquiera lo suficientemente divertida como para apagar el cerebro y disfrutar. No recomendable ni para pasar el tiempo.