Primero, la salvedad de que si bien comprendo la importancia y trascendencia de la original Halloween en el cine de horror/terror, no me gusta mucho y me aburre bastante, aun reconociendo los elementos espectaculares que contiene (la máscara, la mística del “mal incurable e inexplicable”, la influencia de una soberbia banda sonora).

Habiendo dicho eso y 40 años después, considero esta película igual de inconsistente, aunque por diferentes razones. Mientras que la original se me hace aburrida por la exagerada paciencia, aquí tenemos demasiada acción y “uso” de Michael, pero sin la brutalidad esperable, quitándole impacto. Una mitad de las muertes son fuera de cámara, y otra porción de ellas, son extrañamente “suaves”. Además, el ver a Michael sin la máscara (aunque más no sea unos segundos) y a sus manos envejecidas, le quitan cierta aura de sobrenatural invencibilidad.

Sacando esto, la historia “dramática” de los protagonistas, tres generaciones de mujeres afectadas por este asesino serial, tiene una ejecución muy mejorable. Quizás con más atención dedicada a sus experiencias traumáticas (y mejores diálogos), la historia hubiera cobrado mayor peso y el final más impacto. El daño provocado por Myers en ellas no se siente por la falta de desarrollo, lo que creo hubiera sido posible aprovechando los minutos gastados en innecesarios e inservibles personajes secundarios.