Lo único que puedo decir es que no soy la misma persona después de haber visto la serie completa. Que un producto audiovisual provoque una sensación de ese calibre es que tiene que ser algo excepcional y prácticamente irrepetible. Hay experiencias que marcan. Para mi 'Six Feet under' ha sido una de ellas. No he visto nada que se le parezca a este nivel.

Te ries y te entristeces; amas y odias; disfrutas y sufres; bueno y malo. Constante. A ratos. Según el momento. Como la vida. Ni es todo negro ni todo de color de rosa, es una combinación que va cambiando de tonalidad con el tiempo.

Recomendable para todas aquellas personas que sepan mínimamente valorar lo que la vida les ha dado. Después de verla entera, lo ensalza. Con creces. Te ayuda a valorar mucho lo bueno de la vida y a minimizar lo malo de ésta. Inconscientemente.

Para disfrutarla al máximo, verla despacio. Nunca 2 capítulos seguidos y mejor si no estás cansado. Poco a poco, hasta el capítulo 63. Y cuando hayan pasado esos 63 momentos, piensa en tu familia y en tus amigos. Y después, disfruta de tu felicidad.

¡Hasta siempre, Familia Fisher!