No hay chispa, no hay esa llama ardiente aparentemente oculta en hielo tan característica del cine sueco.
Solo hay una mala historia, y malos actores, que transmiten una sensación de desagrado más por como son que lo por lo que dicen y hacen.
Bibi Andersson está desconocida, pero no tanto como Gunnar Björnstrand, quien a estas alturas da una imagen infame a esta cinta.
El contexto dramática es lineal en mi opinión, no se produce vibración de las cuerdas, y por tanto no hay música y el instrumento no funciona. Es de las peores películas que he visto. Le concedo cierta valentía en tratar un tema como el que trata, y una gran acción por parte de Sjöman llevar la historia hasta el mismo final, pero por otra parte no es necesaria tanta loa de admiración: se dedica a hacer su trabajo.Un hermano feo como Picio y una hermana que no sabe ni articular palabra, señoras y señores, Ni más, ni menos. .
Es una película con todos mis respetos, bastante repugnante en cada sentido.