Ciudades del futuro que son móviles, ese es el principio.

Pero un rodaje demasiado cargado en cuanto a la historia, da a luz una película en la que me sentí asfixiada, ni un instante hubo de paz, ni para los malvados ni tampoco para los bienhechores, ya que en esta película no se da.

Meten todos los acontecimientos cual batidora uno detrás de otro, presentando los personajes a medias, con una Hester exagerada y de oscuro origen, para el que habrá que esperar bastante en descubrir, mezcladas escenas de acción con la aparición de los sucesos, las conexiones, las alianzas, no dejando tiempo para respirar con tantos aviones, carreras,atropellamientos, asesinatos, y lo que es más grave, ese lenguaje de adivinanza que los escritores han hecho para que los personajes planos parezcan más interesantes.

Y digo planos porque no han tenido tiempo con tantas secuencias de acción y efectos irregulares en escribir un trasfondo aceptable. Hugo Weaving como Valentine es un villano de manual, su hija, Catherine está absolutamente desprovechada, no sabiendo qué esperar de ella ni de su compañero.

Tom ama los aviones, pero es historiador. Anna es una bandida escapada, por razones que se cuentan por encima.
En dos horas es que no da tiempo para disfrutar de la película mas sobrecargada de la historia, meter tanto en tan poco tiempo. Tantas carreras no dejan tiempo para que los personajes se conozcan, nos revelen su pasado, sus sueños, sus intenciones, para crear una complicidad.
¿Cómo va a ser posible la catarsis si los personajes no respiran, si nosotros tampoco lo hacemos?

Los efectos empobrecidos a medida que pasan el tiempo y las penalidades de Hester, así como sus improbables alianzas o enemigos no y, no da lugar a lucirse ni ellos ni la historia.
Basado en una saga, prometía ser la nueva saga juvenil del cine, y se quedó en agua de borrajas.

Es un fracaso total. Las actuaciones son buenas, pero no lo suficiente, ya que es como si viera la carrera de vainas de Star Wars Ep. I y durara dos horas.
Había más vida, más historia en la escena en que Judá Ben-Hur está corriendo en la carrera de cuadrigas en la peli de los cincuenta.
Había emoción, aquí solo hay prisa, prisa y más prisa en demostrar un no sé qué que una película de Hollywood destinada a un público adolescente y adulto joven no se puede permitir, y es la repetición cual loro de las persecuciones, peleas, luchas y eternas historias de amor que brillan por su ausencia más de lo que se lucen, en un producto en el que no hay mucho más futuro.

Las razas, los distintos lugares son esbozados, nunca detallados. Todo es esbozado, por eso no hay conexión, ni con público joven e inconformista ni para el adulto exigente. Rivers ha metido la pata y Jackson el pie, pobretona película.