Planteamiento (aparentemente) sencillo para este áspero cuento rural irlandés, que se sirve del análisis (más o menos profundo) de personajes, para componer un inquietante retrato de desencanto y crueldad con el disfraz de ese (tan humano) agudo cinismo que brota de la evidencia de una condición (humana) inevitable que, no por aceptada es considerada justa.

McDonagh expone esta historia con bien cuidada soltura artesanal, por donde (entre otros) se mueven la introspectiva solidez de Brendan Gleeson y la frescura de Kelly Reilly, resultando así una panorámica general de grupo humano en puro acto de supervivencia existencial, con fondo de verde pradera, abrupto acantilado, aire fresco y mar bravo.

En resumen: te interesará si te gusta hacer preguntas y sacar conclusiones. No te interesará si vas buscando ruido de fuegos artificiales.