A él podemos llamarlo pringao, pagafantas, friki, feo... todo lo que queráis, pero ella... ella es cojonuda también. Viendo que está loco por ella lo mete a dormir en su cama y se acuesta a su lado en tanga, le dice que abra el sofá-cama para acostarse juntos, está todo el puto día con él, le pone ojitos y sonrisitas. Si esto fuera la vida real se daría cuenta de lo que hay, pero como es una peli SUPONEMOS que todo lo hace inocentemente y nos reímos de él, que es un pringao y un pagafantas que nunca la va a conseguir. Pero yo no lo veo así, no no, él es tonto sí, pero por seguirle el juego a esta encantadora de serpientes.

Amos a ver, en mi pueblo el pagafantas es el que invita toda la noche y no se come un rosco, pero aquí el pobre chaval lo único que hace es ilusionarse, y motivos para ello tiene.

Cuiiiidaooo que no digo que no puedan ser amigos, mejores amigos o súper amigos, pero no es el caso.

Lo peor de todo es que él tenía una novia cojonuda.

En fin, me interesó más la historia de Óscar Ladoire fíjate tú.