Antes de empezar mi vida profesional quería disfrutar de unos de los animes más famosos actualmente que es Jojo’s. El elemento más característico de la obra de Hirohiko Araki son los Stands el cual aparecen en este arco. Que son unos poderes que dependen del espíritu de su portador y que tienen una manifestación externa al usuario. Además de la aparición de los dos personajes más distinguidos como son Jotaro y Dio.

Dio es uno de los mejores villanos que he visto, por lo que me ha encantado que lo volvieran a recuperar tras lo sucedido en el primer arco. Además, se dejó una buena base para justificar este regreso. Respecto a los héroes, son muy carismáticos y únicos, y su autor los maneja con gran maestría dándoles la importancia que se merecen en cada momento.

Como sucede a lo largo de la obra cada generación es una excusa para dar un nuevo punto de vista y en este caso Jojo’s se volverá un anime de aventuras y combates a través de un épico viaje para derrotar a ese jefe final.
Me ha encantado como está manejado el ritmo y el ambiente en cada situación siendo la más adecuada sin importar si es una situación distendida o dramática. La palabra bizarro es el mejor calificativo de esta obra en todas sus acepciones, porque puedes encontrar situaciones realmente absurdas como en otro episodio presenciar que de un puñetazo sacan las tripas a un personaje y en otro nuestro héroe tiene que vencer sus miedos para evitar una muerte segura.
Gracias a los stands los combates se vuelven únicos no siendo solo clave la fuerza bruta para salir victorioso de cada enfrentamiento.

En conclusión, uno de los mejores animes que he visto, que ha pesar de usar un elemento tan usado como es el viaje, es la clave para que Stardust Crusaders tenga tanta epicidad y variedad de situaciones que le viene anillo al dedo.