Albert Hughes dirige un film frío de principio a fin, donde el espectador no acaba de empatizar nunca con el protagonista (Kodi Smit-McPhee). Este va de caza por primera vez junto a su padre, jefe de la tribu, y recorrerá medio mundo para ir a buscar bisontes. Pasan cerca de mamuts y cientos de animales, pero se ve que por aquel entonces ya eran de morro fino. Algunas cosa que suceden en ALPHA, como la relación del chaval con el lobo, y demás, son pura fantasía, pero en ningún momento se hace larga y es vistosa.

Precisamente el mayor acierto de ALPHA son sus planos, preciosistas, con imágenes que buscan la épica y el impacto. A veces lo consigue, pero muchas otras se quedan en una frialdad amparada tras efectos especiales evidentes. Ni siquiera que el protagonista se quede solo, y le den por muerto, hace que el espectador sienta un ápice de empatía por él. Quizás algo más por el lobo salvaje que adopta y al que doma en cuestión de días, como si hubiera nacido para ello.

En definitiva, ALPHA es una película en ocasiones educativa, ayuda a comprender ciertos hechos sociales de la época tribal y algo de supervivencia, por el fuego y demás, pero nada que no hayamos visto en otros filmes. Lo mejor, sin duda, la potencia visual y los planos naturistas, aunque rezuma frialdad en su conjunto por el abuso de CGI. En todo caso, una propuesta interesante que os hará pasar un buen rato. Echadle un vistazo.