Peliculilla pretendidamente cómica (lo cierto es que apenas me arrancó un par de medias sonrisillas), que se pierde en un guión pretendidamente profundo y que se apoya en unos personajes pretendidamente originales. Lo peor de la pelicula es esa mania de intentar dogmatizar la buena y la mala música, como si todos tuvieramos que inclinarnos ante los dudosos (por no decir mediocres) gustos musicales del director y/o guionista. Al personaje de Jack Black que supuestamente ha de resultarnos simpático y "molongui", dan ganas de matarlo desde el primer momento en que aparece. El guión tiene poca historia que contar, roza el aburrimiento y acaricia seriamente las ganas de ponerse a leer una revista antes de que acabe la película. Básicamente trata sobre los dolores de cabeza de un individuo con sus ex-novias, cosa que entre lo poco que transmite el personaje y la superficialidad de las relaciones acaba por importarle un pepino al espectador. La "prota" es más fría que un témpano e igualmente transmite menos que un cable de cartón. En definitiva, solo os recomiendo el "flim" si estais muy, muy, pero que muy aburridos. Le pongo un regular.
Por cierto, la portada de la película es un plagio descarado del A hard day's night de los Beatles. Si me hubiera gustado, diría que es un simpático guiño.