Para muchos de nosotros, la película animada de Disney forma parte de nuestra infancia y la recordamos con especial cariño. Ahora llega la compañía con este remake, y he de decir que ha sido una experiencia increíble.

Siempre que versionan una película que tanto nos ha marcado siendo niños como este clásico, asusta la idea de la nueva propuesta no esté a la altura; sin embargo, en este caso, el sabor de boca es más que satisfactorio.

Los actores se deben a sus personajes, una Emma Watson espectacular que transmite una gran sabiduría moral y un poderoso mensaje feminista (es más que notable la participación de la actriz en la creación del guion), un Dan Stevens que hace que la empatía con la Bestia sea inevitable, y un elenco secundario, especialmente LeFou y el padre de Bella que sin duda, tras los 40 minutos extra que dura la cinta respecto a la original, que profundiza más en la mágica historia.

Otro punto a favor, sobretodo para los más puristas, es que prácticamente el renovado largometraje es igual a su predecesora, muchos diálogos y planos extraídos del clásicos. Dignos de mencionar son los efectos especiales, totalmente creíbles y que dan un aporte extra.

Por otro lado, he de decir que pese a que el doblaje es bueno, creo que las canciones son mejorables; algunas son espectaculares junto con la puesta en escena (la canción de "el festín" es un claro ejemplo), pero algunas voces cantadas (como la de LeFou) se quedaban, bajo mi punto de vista, bastante cortas.

En definitiva, pese a lo anteriormente dicho, la película es impecable, con gran atención al detalle y a la estética y un digno homenaje a la historia y a sus personajes, que con las escenas aportadas y el mensaje que transmite consigue llegar tanto a los más pequeños, como los que no lo somos tanto, pero que aún temblamos de emoción.