Una de las mejores comedias románticas de la historia del cine, que a mi parecer, continúa funcionando por diversos motivos. Por empezar, quienes se acercan a esta película estrenada en 1954, y se sorprenden de la falta de originalidad se olvidan de que este argumento es universal y ha sido utilizado tanto en literatura, cine, teatro, televisión... ni hablar de la televisión que con sus culebrones han sobre explotado el romance que parece imposible por la diferencia social que existe entre los enamorados de turno.

Billy Wilder (genio) adapta para este filme, una obra de teatro y la película es todo menos teatral. Los toques cómicos a mi al menos, me siguen causando gracia y hoy al verla de nuevo, me sigo maravillando con Audrey Hepburn. Me encanta Willian Holden... actorazo. El que menos me gustó siempre fue Humphrey Bogart pero está correcto, sólo es que particularmente nunca me maravilló como actor. Walter Hampden se come la pantalla en cada escena en la que aparece y es él quien aporta los momentos más divertidos.

No sé por qué se empeñan en aclarar "No es la mejor de Billy Wilder", pero por favor, si es estupenda. Es romántica, es entretenida, está bien interpretada, tiene unos diálogos y escenas que son inolvidables. Está dirigida como los dioses. El director mima continuamente a Audrey con unos planos que realzan su belleza y sencillez. Sólo puede ser odiada por alguien que se obliga a ver cine clásico pero lo único que disfruta son los productos Marvel.

Impecable.