Yo a veces no comprendo la falta de madurez y justicia de algunas críticas en relación a una de las mejores películas españolas de los últimos 20 años. Puedo comprender que el cine intimista no guste (en cambio si se valoran de manera muy generosa los dramones románticos destinados a públicos muy concretos, como A tres metros sobre, y semejantes productos huecos propois del peor cine español contemporáneo), o que la tendencia a contar historias de personajess encuadradas en contextos realistas no tengan para algunos/as espectadores/as la suficiente "emoción" para mantenerle pegado a una pantalla (lógico, sí sólo estamos acostumbrados /as a ver los "telefilmes" españoles que se proyectan actualmente en las pantallas, pues cuando vemos una película que basa todo su potencial en cuadros de personajes y en relacione humanas realistas y versosímiles, que van mucho más allá del panorama cinematográfico actual, es decir, el que apela a la lágrima y risa fácil, al almíbar televisivo, al supuesto "retrato juvenil actual" o la peli que sirve de vehículo de lucimiento para el actor/actriz de moda de turno, pues la fórmula que apuesta por la calidad y el intimismo, no termina de convencer) pero de ahí a infravalorar una película reconocida en todo el mundo me parece que o bien no se ha entendio en toda su profundidad, o es que nuestros prejuicios sobre el mejor cine español sigue tan enraizado como la cultura del cine de masas (comercial, mediocre) que parece se impone cada vez con más fuerza
Drama intimista de personajes y de emociones latentes, y de cuya fuente (crimen pasional) Armendáriz expone en forma de elipsis, narradas por un niño (muy buena su interpretación), que intenta desvelar los misterios que en muchas ocasiones esconden las más profundas emociones humanas (el miedo, el amor, el descubrimiento de la vida, los lazos familiares). Es una película excelente, sólo hay que dejarse llevar por una historia de matices, con una bso a la altura de la cinta, y con una poesía entre sus planos que no se puede despreciar. Drama de altura, muy bien dirigida, excelentemente interpretada (Gómez es muy buen actor, demuestra que no hay que sobreactuar como lo hacen otros actores patrios nuestros y que tienen más "renombre internacional"; el reparto femenino impecable, pero en el que destaca de sobre todo una de las mejores actrices de este país, Charo López, otro ejemplo de actriz infravalorada en los circuitos comerciales) , e incomprensiblemente infravalorada por aquellos/as criticos/as que siempre cuestionan el cine intimista. Un ejemplo del mejor cine español moderno, una muy emotiva y sensible película de los secretos que esconden las emociones humanas, a reivindicar.