Nueva secuela de Hostel, donde impresiona poco y atrae mucho menos, perdiendo toda autoridad y consagración obtenida por su originalidad en la primera parte.

Trata de unos jóvenes que van a hacer su despedida de soltero en Las Vegas, pero lo que iba a ser un fin de semana de lujuria, se convierte en un infierno para ellos.

Guión, sencillo, más de segunda categoría, con un giro argumental interesante al final, pero que si uno es avispado lo puede ver mucho antes de que suceda, por lo tanto, la sorpresa se vuelve nada más que en afirmación imaginativa.

Actores mediocres, jóvenes con ganas de despuntar, pero que con esta película no creo que despunten mucho, ya que sus caras no reflejan ninguna de las sensaciones que se les pide, terror, miedo, pánico, exaltación, y… bueno, una si, las caras lujuriosas si saben ponerlas, tanto por el sexo y por el juego, pero es que actuar para lo bueno es facil, lo difícil es a lo que nunca te has enfrentado.

Impacto visual, lo que se dice impactar con el maquillaje, vestuario, y demás, más bien poco, y es que aunque hay escenas para conseguirlo, no consiguen impresionar, se nota el “postizo”.

En resumen, una película de clase B, que se cuela bajo la secuela de Hostel, claramente lo más interesante de todo.