La frase capital de esta película es cuando el protagonista moribundo en el hospital es tumbado en una camilla con su ex-esposa a un lado, y su amante al otro. A la Ex le espeta: Si me muero, perdóname por todo lo que te he hecho. Girando la cabeza, se dirige a la amante actual: Y si sobrevivo, perdóname por todo lo que te voy a hacer.
El desdichado protagonista usa ansiolíticos a dosis masivas para dormir, y anfetaminas a dosis superlativas para despertar, bebe y fuma, y está obsesionado con las relaciones sexuales con las bailarinas de sus espectáculos. A pesar de todas sus idas y venidas al infierno, es un genio del espectáculo, un coreógrafo magnífico y su sentido musical es excelente.
Fracasado como esposo y como padre, las oníricas conversaciones con Jessica Lange servirán de contrapunto a toda la trama musical y sentimental del largometraje, hasta que finalmente descubramos quién es ella.
Esta película es una auténtica obra maestra del cine, tanto por su guión, como por su música y sus números musicales.
Bob Fosse era un auténtico genio y maestro.