Dejando de lado el valor sentimental que esta película tiene para mi (Fue la película que me hizo "amar" el cine), hay algo que no le podemos negar a esta lenta pero cautivante película: "Su fotografía y banda sonora", podría escribir varias oraciones respecto a la trama, que entre otras cosas, en mi opinión, se centra en "el odio que generan aquellos a los que más admiramos", pero no, esta critica no va dirigida a eso, va dirigida al aspecto estético, y es que cuando la mire, simplemente quede cautivado no por la trama, no por los actores, si no por la increíble recreación del viejo oeste, y es que me sentía participe de la película, podía casi sentir el viento que soplaba en los trigales, podía escuchar el tren que se acercaba. Y que decir de la banda sonora, adecuada, emotiva, inmensa con la película misma.