Una nave espacial, que viaja a un planeta lejano transportando a miles de personas, tiene una avería en una de las cápsulas de hibernación tras el impacto con un gran meteorito. Como resultado, un pasajero se despierta noventa años antes del final del viaje.

Dirigida por Morten Tyldum, tras la gran película de The imitation game en 2014, esta vez no le sale tan bien la jugada aunque ha conseguido dos nominación al Oscar.

La película únicamente por las vistas ya merece la pena y es que no tiene mucho más. Es una de esas películas para hacer taquilla, con un guión muy trillado pero con el elemento del espacio para intentar que la gente no se de cuenta.
Los personajes no tienen ningún desarrollo prácticamente y todo pasa demasiado deprisa teniendo en cuenta que la película se llega a hacer larga, haciendo balance al final uno se da cuenta de que prácticamente han pasado cosas relevantes en la película.

El reparto está formado por dos personas, los demás participan tan poco que no es relevante mencionarlos:
Chris Pratt (Jim): No lo hace nada mal y tiene una buena química con su compañera.
Jennifer Lawrence (Aurora): Un buen papel de una gran actriz, no es su mejor papel, simplemente cumple.
Siendo una película ambientada en una nave espacial con vistas y efectos muy buenos costó 110 M$. La crítica destrozó a la película y sólo consiguieron recaudar casi 300 M$ así que nada mal resultado.

A pesar de que los protagonistas hacen buenas interpretaciones y los efectos son geniales, el guión es demasiado simple, repiten hasta dos veces el mismo proceso y apenas hay profundidad en sus personajes. Bien por todo en general pero muy mal por guión, no es nada nuevo ni intenta absolutamente nada. Mi nota es un 5.

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