Pues esta claro quien gana, ¿no? En todo caso, Ichabod Crane (Johnny Depp) es presentado como el representante del progreso contra la barbarie medieval... justo al final del siglo de las luces, 1799 para ser exactos, y a las puertas de otro que, al menos en su primera mitad, se entregó al irracionalismo fantástico del romanticismo. Aquí se le da la vuelta pero en el fondo es lo de menos cuando nos encontramos con la adaptación bastante libre, hay que decir, de Tim Burton, impregnada de goticismo marca de la casa, de un cuento de uno de los mejores escritores norteamericanos, Washington Irwin.

A decir verdad, la película carece de algo cercano al terror, la tensión es mínima y la propia intriga, que sí existe, avanza con escaso suspense y cierta confusión. En cambio, "Sleepy Hollow" responde mejor como aventura, con algunos toques de humor y romance. Buenos y carismáticos actores, vestuario si bien con algún anacronismo, por ejemplo en las botas de la Ricci, llamativo, cuidada fotografía pero sobre todo, una fantasmal y atrayente ambientación con toques steampunk, lástima que ya no estemos en la América colonial británica, que hacen de la película un espectáculo si no magistral, sí atractivo.