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Reaccionario rating:
5
Comedy Torrente is a lazy, rude, drunkard, sexist, racist, extreme-right-wing Madrid cop; a despicable character who only cares about himself. He lives in a decrepit slum with his wheelchair-bound father, whom he treats quite badly. One day, a new family of neighbours move in, and the sexy younger daughter, Amparito, catches his eye, so he becomes a friend of Rafi, her nerdy brother, to get closer to her. At the same time, he discovers that a ... [+]
Language of the review:
  • es
February 2, 2013
15 of 24 users found this review helpful
Esto del humor, como otras muchas cosas, es muy subjetivo y lo que a uno le parece gracioso a otro le deja indiferente. En esto es vital el sentido del humor de cada cual. Si uno disfruta con lo escatológico, lo soez, lo repugnante, la humillación a terceros, el engaño permanente o la falta absoluta de valores, seguramente "Torrente" le parezca una cosa divertidísima. A mí en cambio no me hacen gracia estas cosas. Prefiero los equívocos, los diálogos ingeniosos, las situaciones comprometidas, las parodias bien hechas. En fin, algo más inteligente y más fino. Por ejemplo, muchos se reirán con la comida que le prepara Torrente a su padre pero a mí me da ganas de vomitar al verla. Pues así con todo. Dicho lo cual, entre tanto despropósito alguna que otra sonrisa si consigue sacarte, lo confieso, por más que el protagonista no pueda ser más asqueroso desde todos los puntos de vista, ético y estético: su forma de ser, lo que hace, cómo trata al resto del mundo, cómo va, su casa, sus vicios, etc.

Aún así hay que reconocer que Santiago Segura tuvo el suficiente arrojo y la lucidez para dibujar un antihéroe de estas características y que encima el público respondiera. De este modo creó un personaje de nuestro folclore por más que acabe siendo excesivamente burdo, falso y estúpido. Nadie es así ni remotamente, lo mismo que el retrato de esta España cañí reducido a los mismos estereotipos de siempre: putas, drogas y friquis. Una cosa bastante cutre, casposa y esperpéntica, justo la España que se empeñan en catalogar de franquista, cuando son directores como Almodovar y Segura los que no dejan de reivindicarla. Y hablando de franquismo, tiene guasa que un tipejo como este encima lo quieran poner como nostálgico de la dictadura. Me parece que Segura no ha visto un franquista en su vida porque lo que hace es una caricatura de lo que un progre le gustaría que fuera la encarnación de ese símbolo del mal, compendio de todos los vicios del mundo, que es el franquista.
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