Aunque la película es de 1991 se estrenó en 1992, año muy interesante por diversos motivos pero que, dada la temática policial de "Kuffs, poli por casualidad", conviene tener en cuenta en un dato: 1992 fue el momento en el que el delito de todo tipo en los Estados Unidos llegó a su cima, salvo en el homicidio que tuvo su cenit en 1980. Es decir, desde los años 60 comenzó a aumentar hasta llegar a ese pico de 1992 para luego descender paulatinamente hasta el día de hoy, donde los niveles aún siendo elevados según los estándares europeos, son propios de los tranquilos años 50. La explicación de este fenómeno no es única pero Pinker argumenta con bastante sentido común que se debe a un nuevo proyecto civilizador que vendría a corregir la ola libertaria que comenzaría en los sesenta, explotaría en los setenta, sobreviviría en los ochenta y finalmente se batiría en retirada en los noventa.

Dicho esto, "Kuffs, poli por casualidad" retrata en plan comedia adolescente con algún toque a lo buddy film el mundo del delito al que nos tiene acostumbrados al otro lado del charco, ese con tiroteos en plena calle y asaltos a comercios. En realidad, no es ninguna maravilla, desde luego no llega a ninguna de "Arma Letal" (1987-1998), pese a que hay un intento de suicidio inspirado claramente en la primera de la franquicia. Sea como fuere, película sencilla sobre un díscolo muchacho convertido en policía por un asunto personal, que a pesar de contar con muertes y varios destrozos no puede ocultar su aspecto desenfadado y jovial. Sin ir más lejos Kuffs (Christian Slater) nos habla a la cámara para contarnos lo que le viene en gana y hasta lanzar alguna broma. Además del susodicho destaca la belleza de Milla Jovovich, que atención, tenía 15 años tan sólo, y como no, el San Bernardo Thunder, perro policial.