El llamado Bullying es un tema harto conversado y visto en diferentes medios, en algunos casos es alarmante para la terrible frialdad y perversidad que muestran sus ejecutores, hay varias propuestas que hablan sobre ella, sobre todo es un tema muy abordado en espacios televisivos, series, entrevistas y telefilmes, el año pasado Michel Franco dio una propuesta masomenos interesante del tema, y digo masomenos por que técnicamente esta abusada de un recurso y por que por momentos solo sentimos que el filme sea una sucesión de hechos groseros y ridiculizantes en contra de la protagonista, el filme si es muy directo no se anda con nimiedades, y tiene imágenes con un cierto de crudeza juvenil y burlona, se centra en eso, en los jóvenes que por caer bien y sentirse parte de algo empiezan con la denigración hacia un semejante, el principal problema que yo veo en el argumento es la reacción de la protagonista, es prácticamente nula, a mí me cuesta creer que exista alguien que aguante tanto sin reaccionar, también el filme no tiene una conclusión decisiva sobre el tema, no lo debate ni lo critica solo muestra, claro tal vez la parte que más me tuvo indeciso es la decisión de Michel de filmar todo con planos fijos, son largos planos y tendidos en donde a veces pasan cosas y otras no, esto nos aleja notablemente del problema central, es como un tipo de cine experimental que no funciona siempre, porque hay algunos planos que no están bien ejecutados. Después de Lucía es un filme lento argumentalmente en la mayoría, directo si pero que no deja ninguna conclusión efectiva, eso si el final si puede dar para que hablar.

Lo Bueno

Hay una valentía destacable en la manera que se aborda el tema, lamentablemente la propuesta se queda sin gas por la limitante de su recurso técnico visual.

La protagonista no actúa mal, dentro del dejo y desapego de su personaje esta pasable.

El final no sé por qué me gusto, no me lo espere.

Lo Malo

Abordar un tema así y dejarlo a medias, todo queda con un portillo abierto, no hay conclusión que defina algo ni en la historia ni en la protagonista.
Las actuaciones de los secundarios juveniles son ralitas, puro telefilme
Franco excede su propuesta llenándonos de planos fijos que adormecen el filme, algunos de ellos funcionan bien, otros simplemente no calzan ni con aceite.