En 1951 Metro-Goldwyn-Mayer jugo una carta peligrosa, empezó la superproducción de la novela de Henryk Sienkiewicz, Qvo Vadis esto para quitar un poco la atención que la televisión causaba en la gente , una historia que relataba los días del Imperio del voluble de Nerón en contra parte la inserción del cristianismo en la cultura Romana, llena de estrellas de Hollywod en donde destaca el Divo Robert Taylor y la bella Deborah Keer, el filme se centra en la historia de Marco Vinicio un General del Ejercito de Roma que vuelve a casa después de 3 años de cruenta lucha, un capricho de Nerón el Emperador, hace que las tropas se queden fuera de Roma para ser recibidos por todo el pueblo al día siguiente, esto causa que Marco Vinicio visite una residencia de un antiguo general Romano, a las afueras de la ciudad, ahí conoce a la familia de este y sobre todo a Ligia, una mujer que lo enamora desde el primer momento, poco a poco Marco se dará cuenta de la nueva fe que profesa esta familia, su Dios es representado por un carpintero que murió crucificado años atrás y que les promete vida eterna en base al amor que se tengan unos con los otros, algo que para un Soldado Romano, habituado a matar es casi imposible de hacer. Qvo Vadis sobre todo destaca en el gran montaje artístico que tiene, rodada plenamente en Roma, el filme se luce dando vida al antiguo imperio romano, también en muchos niveles es una epopeya del exceso de poder, de la corrupción que este causa, esto claro se refleja en la aplaudida interpretación de Peter Ustinov, como el enfermizo Neron (Ustinov y su Nerón es reflejado como uno de los secundarios mas notables de la historia del cine, a mi me gusto pero no a ese nivel), el filme es un repaso entretenido y moldeado de la historia, desde el cristianismo en Roma, hasta el incendio ocasionado por Neron para limpiar a Roma de la suciedad, segun el, y la muerte de cristianos en la arena culpados injustamente de tan malévolo acto. Entretenimiento completo, de grandes proporciones en todos los sentidos, a nivel del cristianismo la prueba de una fe en su Dios, en la vida eterna para ello las sensitivas escenas finales.