La película entretiene, eso no se le puede negar, y además está narrada de forma muy correcta en todo momento. La cuestión a partir de ahí es: ¿Tiene "chicha" este film aparte de eso?


Pues veamos; como intriga política de tintes autocríticos, se queda en un producto bastante light, PERO... creo sinceramente que es precisamente lo que busca su director. No hay que pensar erroneamente que el señor Nichols no podía cargar más las tintas a la hora de plasmar su obra, sino que ha querido ofrecer una película "fácil", trituradita por el pasapuré, para disfrute de estómagos no adaptados al género. Y así, a base de comentarios ácidos y salpicones de ameno sarcasmo, va aguijoneando en todo el entramado político estadounidense, y en quienes mueven los hilos.


Y no nos equivoquemos, porque en el momento en el que el sistema podía redimirse en un último acto de buena fe, el director nos muestra a unos políticos podridos, para los que la obra y el avance social de los paises de los que se dicen protectores, en realidad no importa nada... con lo que ello conlleva en la actualidad (me quedo asombrado al ver a ciertos usuarios de Filmaffinity tildando de patriótica esta cinta ¿¿??).



Así que, como decía, esta película pretende llegar a un mayor espectro de público, al que otros títulos más pesados y densos, no llegan. Para el ya concienciado y sabedor de lo que critica este film, podrá parecerle un tanto fútil e insípida, pero lo cierto es que, sin ser nada extraordinario, es entretenida y agradable, y además guarda buenas intenciones bajo su golfa apariencia.