Una peli atractiva para los amantes de los caballos. Un niño acaba en una isla, después de un naufragio, junto a un caballo al que ya había conocido en el barco, un caballo indomable que el niño consigue domar.

El rato de la isla se hace pesado, con continuas cabalgadas en solitario del corcel; no sé cuándo ni dónde comía, porque se mueve, en todo momento, en la arena de la playa, salvo una vez que el niño le lleva cuarto y mitad de hierba.
Después, ya rescatados, nos cuenta la historia de ambos hasta conseguir meterle en una competición semioficial. Una historia bonita, atractiva y, sobre todo, es lo mejor de la película, su fotografía, que es magnífica, el resto, sinceramente pienso, es una peli para niños. Un peli pasable. Un 5.