'Toy Story 2' es la mitad del camino con respecto a la saga que empezó con un pelotazo allá por el año 1995 donde el mundo conoció a Woody, Buzz Lightyear, el señor Patata, Slinky y compañía. La tan manida frase de "segundas partes nunca fueron buenas" es un dicho que a lo largo de la historia del cine ha perdido significado con secuelas como 'Aliens, el regreso', 'Terminator 2: El juicio final' o 'El caballero oscuro', entre muchas otras. Entre esas, esta.

Este regreso de los juguetes cuatro años después cuenta, en apariencia, la historia de un rescate por parte de un malvado juguetero que hace lo que sea con tal de tener a Woody en su colección y posterior venta para hacerse rico; mas lo que se aprende en el proceso es el mensaje de que no hay juguetes eternos (salvo quizás los sexuales) y que los dueños irán creciendo, como es natural, y perderán el interés por los que alguna vez fueron sus mejores amigos. Un mensaje con el que todo aquel que haya tenido juguetes en su infancia se sentirá identificado al 100%.

Con esa enseñanza de fondo, tenemos además una muy bien narrada historia de aventuras donde los amigos de Woody tendrán que pasarlas putas para rescatarle de las garras del avaricioso coleccionista (impagable la escena del tráfico) y, mientras, Woody conocerá nuevos juguetes mientras sus mejores amigos acuden a su rescate, como es el caso de Jessie y el 'apestoso' Pete, con algunas sorpresas por el camino. Al igual que en la primera, no hay tiempo que perder y hacen que cada minuto cuente en cada una de las tramas.

No estaba totalmente desnortado con este visionado y recordaba alguna cosa, aunque ha sido como verla por primera vez. Y, al igual que con la primera, da igual la edad que tengas que será adecuado para espectadores de todas las edades; más aún cuando es una continuación que no se queda atrás con respecto al filme original.