Ante todo avisar que se trata de una película de culto, un gran homenaje a los videojuegos en primera persona (shoot'em-all) que revolucionaron el PC a partir de 1993 (yo lo jugué con un 386) y desde entonces los videojuegos no volvieron a ser lo mismo.

Linternas que se acaban, tirar de pistola de mano o de puñetazos si es necesario, escenarios laberínticos, "pongo aquí un barril para subir al conducto de ventilación", disparar a tu reflejo, la Big Fucking Gun, (John) Carmack, ascensores, puertas automáticas, destrozo explícito de enemigos, motosierra, si-se-mueve-disparo-y-luego-pregunto, oscuridad, teletransporte, cuántas balas me quedan, cuánto tiempo...

No es sólo un juego. Es tener pelotas. Es defenderse con una motosierra mientras te destrozan a mordiscos. Son los trozos de carne esparcida por la granada que acabo de tirar. No es terror, no es tensión, no es acción, no es gore, no es ciencia-ficción, ¡es DOOM!

¿Copia de Alien? Venga, hombre, esta peli no la han hecho pensando en ti, deberías saberlo antes de ir al cine a ver la primera bazofia que te ponen.